martes, 11 de noviembre de 2014

TRAMANDO TEATRO ESPONTÁNEO

Grupo de Formación 2014
Funciones Cierre del Año


EL ENCUENTRO Y EL TEATRO ESPONTÁNEO

Si quieres ir rápido ve solo, si quieres llegar lejos ve acompañado


En Septiembre abrí un tema pensando de qué se trata cooperar con otros en lo que hace al teatro espontáneo o la improvisación teatral, iluminando lo primero que se activa a la hora de improvisar con otro. En Octubre jugué con la imagen de improvisar en relación a cocinar con otros platos creativos pedidos en el momento.

Este mes fui buscando qué era aquello que necesitaba contar y compartir. El tema de la cooperación me queda dando vueltas como si fuera un halo que se abrió y quedó esparcido flotando por todos los alrededores. El universo del hacer con es basto y diverso, entonces me di cuenta que lo que quería compartir era mi experiencia de trabajo en equipo. Cuántas veces hablamos de un tema y luego advertimos que nuestra realidad no se condice con esos conceptos tan interesantes que aprendimos. Justamente por esto hace falta divulgar las experiencias que están en esa sintonía.

Algo que me cautivó desde el inicio del Teatro Espontáneo (TE) fue su capacidad para articular e integrar distintos elementos del trabajo en equipo. Para lograr una composición teatral armónica debe ejercitarse la apertura y la disposición para hacer con otros, y cuando digo otros me refiero a los compañeros actores, músicos y director como también a los demás participantes, como las historias, las escenas, el público, los narradores y demás personas que están presentes en las diversas formas de hacer este teatro del momento.

Justamente por sus cualidades de inacabado, imperfecto, improvisado, singular, único, irrepetible había que entrenarse para que todo eso no produjera un sinfín de bloqueos que están a la orden del día  (bloqueos que mencioné con más detalle en la nota de Septiembre).

Ahora bien, comenzar a andar este camino espontáneo me fue llevando a conocer a otros que también se sentían cautivados por esta técnica. Con algunos armamos una compañía de TE, luego fui conociendo otras compañías que también funcionaban en Capital Federal y también personas que sin un grupo fijo utilizaban elementos y conceptos que aportan estas herramientas. Fui conociendo grupos que llevaban adelante estas prácticas en diferentes provincias y en diferentes países; y que la utilizaban de diferente forma como estrategia de intervención comunitaria, como recurso para trabajar en organizaciones y empresas, como modos terapéuticos, como entrenamiento, como forma de contacto con uno mismo, como si fuera un club social de amigos; algunos con búsquedas más cercanas al psicodrama, otros con búsquedas más cercanas al teatro y al clown.

Esos grupos y personas en todos estos años fueron dando a lugar a producir Encuentros Nacionales e Internacionales (2005-Córdoba-Argentina; 2007-Chile; 2009-Uruguay; 2011-Sao Pablo-Brasil; 2013-Paraguay).

Acá en Argentina se dio el 1º Foro Latinoamericano en el año 2005 y fue recién en el año 2012 que también en Córdoba, en la Ciudad de Agua de Oro se produjo el 1º Encuentro Nacional.

Todo esto hace al andar en conjunto. Organizar Encuentros Nacionales e Internacionales para compartir experiencias, para escribir la historia del movimiento de TE es un ejemplo maravilloso de lo que es Cooperar, de hacer con otros.

Este mes en Noviembre se realizará el 2º Encuentro Nacional de Teatro Espontáneo en Buenos Aires. La historia se sigue escribiendo. El movimiento colectivo de la comunidad espontánea vuelve a tener una casa para reunirse. Son hitos que plasman claves simbólicas a una trama que se va escribiendo día a día, desde cada uno y por sus propios puntos, nudos y grietas. No se trata de pensar que en cada Foro o Encuentro estén TODOS los que trabajan con TE sino saber que esas reuniones nos cuentan que hay un movimiento que sigue vivo y que se sigue escribiendo a sí mismo.

Esta vez soy parte del grupo que se juntó para organizar este Encuentro. Parte de un grupo que trabajó mucho para dar lo mejor de sí, en cada reunión, en cada idea y en cada acción para poder materializar este sueño. 





COOPERAR: CONCIENCIA DE LOS OTROS (2º PARTE)

La nota del mes anterior la titulé como la de este mes Cooperar: Conciencia de los otros y puse entre paréntesis 1º parte, porque encontré en este tema de cooperar varias aristas que se fueron abriendo en el quehacer del teatro espontáneo y me pareció interesante hacerles un lugar.

En septiembre mencionaba el hacer con como un modo de pensar la cooperación en el trabajo de creación conjunta y espontánea.  Cerraba la nota expresando la idea acerca de cómo en este tipo de entrenamiento subyace una lógica solidaria que nos acercan al otro, nos hacen considerarlo, valorarlo y en ese reconocimiento nos enriquecemos.

Improvisar, hacer con otro algo que ninguno de los dos conoce categóricamente ni al detalle ni sabe por anticipado, es algo que no se conoce hasta que se construye y que se construye un poco a ciegas, otro poco registrando lo que nos pasa y otro poco en un acto de fe -diría mi parte espiritual-. Podríamos pensar que improvisar es como cocinar imágenes con climas, esencias, condimentos y sabores. Cada vez algo distinto. ¿Cómo sería? ¿Cómo es cocinar imágenes que tengan gusto, sabor, que lleguen al corazón y hacerlo en el momento? ¿Cómo es cocinar con otros con los que no podés ponerte de acuerdo previamente salvo en el momento en el que ya están cocinando? Los mismos cuerpos son parte de la materia en el acto de improvisar-cocinar. ¿Cómo hacer con otro algo inédito, nuevo?

En principio –se me ocurre- teniendo conciencia de que además de uno están los otros que también participan en la cocina, que no hay roles fijos, ni reglas rígidas, ni un guión preciso. Por el contrario, hay algunos materiales básicos (telas u objetos), algunas esencias (músicas) y cuerpos vivos, expresiones, gestos, movimientos que son los que van a ir tejiendo esa cocción que irá produciendo escenas.

Cada vez tenemos que pasar por no saber lo que vamos a cocinar ese día y saber que nos vamos a enterar en el mismo momento lo que el público quiere comer y que a la vez eso que pidan tiene un valor emocional y psíquico muy hondo. Todos estos son elementos que dibujan un territorio organizado por incertidumbres. Ciertamente produce mucha ansiedad y elegir andar este camino implica tener que vérselas con las distintas ansiedades internas,profundas y también grupales,colectivas y culturales que aparecen plato tras plato,ejercicio tras ejercicio,función tras función.

Cooperar en este punto sería algo así como llevar lo que tenemos, advertir lo que el otro ofrece y juntos armar un plato poético con un sabor sensible que haya podido captar la esencia de lo que el narrador (público) contó.

Hacer teatro espontáneo es una cocina que alimenta el alma, trabaja el espíritu y nos permite crecer como personas.

 Nota Publicada en El Semejante/ Octubre 2014


viernes, 5 de septiembre de 2014

COOPERAR. CONCIENCIA DE LOS OTROS (1 º parte)

Una de las cosas que más repito cuando doy un taller de improvisación teatral o de teatro espontáneo es que gran parte del entrenamiento se basa en ejercicios de cooperación, de trabajo en equipo. Es clave desarrollar estas nociones en la acción teatral para lograr que la creación colectiva y espontánea se realice.

¿Qué sería cooperar? ¿En qué consistiría?

En principio podría señalar que tiene que ver con HACER CON. Para cooperar con otro es necesario reconocer y aceptar a los otros que están en escena junto conmigo. Esto que parece obvio decididamente no lo es.

Muchas veces lo que nos muestran los ejercicios de improvisación es que el actor hace cosas como si estuviera solo en el sentido de que pasa por alto o deja caer las propuestas del compañero. Controlar, competir, pelear, imponer son actitudes muy comunes y frecuentes en estos talleres, al menos cuando uno comienza este camino espontáneo. Es más importante aún comprender que nadie lo hace conscientemente, nadie dice voy a pelear con el otro, le voy a decir que no a todo lo que proponga. Más bien lo contrario, se quiere hacer una escena con el otro pero sin advertirlo se rechaza las propuestas, se impone o quiere controlar lo que pasa. Esto sucede porque al no haber tiempo de preparación ni un guión establecido y mucha incertidumbre en lo que se improvise, se activan miedos y ansiedades en cada uno y aparecen esas acciones que nos bloquean el camino solidario. Lograr acciones improvisadas con otros implica trabajar directa o indirectamente con nosotros mismos y nuestros miedos.

Un aspecto básico para cooperar es poder VER a mi compañero, lo que no significa sólo mirarlo sino verlo, conocerlo, estar atento a lo que dice, hace, acciona, estar disponible para acompañarlo, complementarlo. Pensemos que si hay que improvisar una escena de a dos y ambos tienen esta actitud cada uno va a estar atento a lo que proponga, sienta y exprese el compañero.

Pongamos un ejemplo de teatro espontáneo. Alguien cuenta que está alegre y quisiera ver representada esa sensación. La directora les indica a los actores que lo hagan con una estructura de escultura fluida. Para ilustrar lo que venimos diciendo sobre la cooperación podríamos decir que los actores habiendo recibido las indicaciones ya están listos para salir al espacio dramático. Acá se encuentran frente a dos caminos posibles.  Un camino es que vayan saliendo de a uno, cada actor con su propuesta hasta que estén todos en escena y finalice la representación.

El otro camino es que cada uno vaya saliendo con una propuesta al espacio dramático (hasta aquí igual que el 1º camino) y a medida que los compañeros se van sumando ir conectando, registrar las otras propuestas, esta porosidad va a permitir que mi propuesta se vaya modificando, se transforme y así las de cada uno para ir mezclándose con las otras hasta volverse una –más grande y poderosa-. Cuando esto se logra todos los percibimos, se siente a nivel energético, poético, de potencia. En este segundo camino se dio la cooperación, atender a los otros que están junto conmigo y construir una escena, juntos.


Hoy en día que se habla tanto del individualismo (egoísmo), el sálvese quien pueda, como de la indiferencia frente al otro, este tipo de actividades desarrollan una lógica solidaria que nos acercan al otro, nos hace considerarlo y aceptar las potencias de cada uno. Y en ese acto se produce un nosotros que [muchas veces] nos da sentido. 

Publicado en el periódico "El Semejante" / Septiembre 2014

jueves, 21 de agosto de 2014

SEGUNDO CUATRIMESTRE 2014


LOS NIÑOS EN EL TEATRO ESPONTÁNEO

Se terminan las vacaciones de invierno y con ellas los mil y un espectáculos para niños.
El teatro espontáneo es la excepción a muchas reglas pero no a ésta. En estas semanas entre julio y agosto también la vida de las compañías de teatro espontáneo es atravesada por la impronta vacacional e infantil.
Este cruce de niños y teatro espontáneo es de por sí un cruce interesante, curioso, particular como todo lo que atraviesa a cada uno de ellos.

Este teatro es corporal, improvisado, lúdico y en este sentido fácil de comprender y accesible a la lógica infantil. Ellos comprenden con rapidez de qué se trata y así se lanzan a participar.

Es muy interesante observar el tipo de relatos que suelen contar como por ejemplo historias en las que se cayeron, se lastimaron, les salió sangre o rompieron un diente. Resulta llamativo este tipo de narraciones si lo pensamos desde una lógica adulta ya que en los adultos no es frecuente pedir ver caídas y golpes. Sin embargo es frecuente en niños, como también es común escuchar sus miedos.

En estas fechas, cuando el auditorio de una función se llena de niños volvemos a tomar contacto con la frescura y la espontaneidad en su sentido pleno. Se puede apreciar cómo juegan, cómo tramitan la vida y sus problemas, cómo rescatan lo que les gusta.

Es posible que haya relatos semejantes, en el sentido de que alguien cuente un paseo por el zoológico y luego varios quieran contar también su paseo por el zoológico. Es posible también que el silencio en algunos momentos sea difícil de lograr, y eso muchas veces al adulto lo incomoda, le molesta. Esto sucede entre otras cosas porque aún no tienen incorporados determinados ritos y es justamente lo que hace a la frescura que le aportan a este teatro de composición colectiva.

Sin embargo participar en una función de niños es un regalo, una oportunidad para escuchar cómo fluye la espontaneidad tan difícil de lograr a veces en los adultos. Los niños cuentan lo que están sintiendo, lo que en ese momento les pasa, no evalúan si está bien o no, ni qué imagen quieren darle a los otros, sino que reaccionan con sinceridad y verdad.

La simpleza en los relatos de los niños no es por simple menos sabia, muy por el contrario, en esa literalidad muchas veces se encierra el secreto de la sabiduría y de la potencia teatral.
Hacer funciones de teatro espontáneo para chicos es intenso, activo, dinámico, lúdico. Si queremos saber cómo es el niño interior que llevamos dentro los invito a participar de una función para conectar con la potencia de los niños que están fuera de nosotros, ellos nos ayudarán a iluminar nuestro camino.  

Nota Publicada en El Semejante / Agosto 2014


TRANSITAR EL MIEDO

Qué es lo que no se puede escribir, lo que nuestras ideas tapan cuando nos sentamos frente a la computadora? Qué cosas son las que evitamos hacer, cuando damos vueltas y en lugar de ponernos a hacer lo que sabemos que tenemos que hacer nos distraemos con cualquier otra cosa. Cuáles las cosas que hacemos para evadir esas que nos llaman, que nos esperan y nosotros no queremos saber nada. Hace unos meses escribí sobre la angustia como un sentir incómodo y absolutamente necesario cuando vamos transitando un camino que tiene que ver con alguna verdad propia, interna, un camino verdadero. Hoy acuden a mi ventana ideas ligadas al miedo, a los temores que siempre están revoloteando nuestra vida y nuestras decisiones.

Mucho se escribe sobre el miedo y me animo a decir que todos sabemos qué es sentir miedo… sin embargo está ahí… acechando, oculto en los olvidos, detrás de las cortinas de nuestro deseo, listo para emerger siempre que puede.

Y me pregunto qué forma tiene el miedo? Qué formas cobra nuestro miedo? Cómo hacer para distinguirlo porque aunque no parezca no siempre está tan a la vista, a veces hace falta sacar capas y capas de ruido, de acelere, de vorágine para advertir que una parte de nuestro ser está agachado y muerto de miedo frente al propio deseo. Sí, escucharon bien (digo leyeron bien) muchas veces el miedo aflora cuando tenemos éxito, cuando eso que tanto ansiamos está sucediendo. Y entonces cuando estamos ahí, cara a cara con lo que anhelamos el miedo toma una forma particular, porque no se trata de cobardía sino que es un miedo que nos anuncia que estamos a punto de dar un salto cualitativo en nuestro universo conocido, estamos por ampliar nuestro campo de acción y entrando en un capítulo inédito de nuestra vida.
Se me ocurre imaginar un escenario con el miedo en relación al deseo, como si un grupo de personas actuaran miedos y otro grupo actuara deseos, y ambos grupos dialogaran, interactuaran… qué pasaría? Qué haría el miedo, los miedos? Qué harían los deseos. Si le agregamos a ese cuadro dinámico un personaje que sintiera miedo frente a un ofrecimiento laboral que se hace realidad… múltiples posibilidades se abren en un espacio dramático y espontáneo, en un espacio creativo que nos ayuda a imaginar, a encarnar, a ver.
De esto se trata el teatro espontáneo. De mostrarnos a nosotros mismos lo que nos pasa, lo que sentimos, lo que estamos atravesando, sea para uno mismo, un grupo, una comunidad, un colectivo.
Transitar los miedos. Crecer. Dar el salto.


Nota publicada en El Semejante / Julio 2014

martes, 3 de junio de 2014

CLASE ABIERTA Y GRATUITA DE TEATRO ESPONTÁNEO


2º ENCUENTRO NACIONAL DE TEATRO ESPONTÁNEO

Nos estamos preparando... vamos organizando... gestando... soñando... un nuevo encuentro de teatro espontáneo... esta vez los de buenos aires ponemos la casa, el lugar, la tierra... y los invitamos a que vengan!!!

Lanzamiento!!!!!!


los empezamos a llamar
los pensamos en noviembre disfrutando

queremos que sean parte, que seas parte

nada mejor que un nuevo encuentro
para seguir intercambiando
para seguir conociéndonos
a través del teatro espontáneo
este teatro que amamos
admiramos
y utilizamos

ya sabés!!!
22 23 24 de NOVIEMBRE
PILAR
BS AS

te estamos esperando!

El arte de Escuchar

Contar una sensación, compartir con otros lo que estamos sintiendo y hasta poder verlo representado, de esto se trata el Teatro Espontáneo. Contar lo que sentimos es algo que tiene su magia, no siempre tenemos claro qué nos pasa pero tenemos una sensación, algo que contar, no sabemos bien qué es pero por ejemplo nos estalla la cabeza, estamos tan emocionados que nos faltan las palabras, sentimos una alegría inmensa que quisiéramos dar saltos enormes o tenemos un montón de palabras atoradas en la garganta y parecen no encontrar la salida… o no encontramos ninguna palabra que toque directamente lo que el cuerpo nos convida. Y sin embargo queremos contar y en ese compartir hay otros que escuchan y en este punto me gustaría demorarme hoy, en la escucha. Para que el acto de contar y compartir tenga sentido, es necesario que haya quien escuche y no de cualquier manera.

Cada rol (director, actor, músico) tendrá distintas funciones en el arte de escuchar. Cada uno desde su lugar deberá dejarse afectar por el relato y por el narrador.
Se abre un abanico de matices, niveles y dimensiones. La escucha es múltiple, variada, compleja. Es una clave decisiva para hacer teatro espontáneo. No es una condición para participar como público en una función, porque desde ese rol lo que cada uno escuche estará bien. En cambio para hacer teatro espontáneo es importante y hasta necesario trabajar la propia escucha, para actuar, para sonorizar las representaciones, para desempeñar el rol de director.

En función de esto pienso en la noción de Doble que desarrolla el psicodrama como un concepto que atraviesa el acto de escuchar en teatro espontáneo. Jugar el rol del Doble implica captar lo que está dicho y lo que no (implícito, entre líneas) en lo que el narrador cuenta. Lo que se busca es intentar captar la esencia del otro. No es cualquier escucha la que necesitamos en teatro espontáneo sino una escucha empática, que pueda captar en esa afectación sonora y perceptiva las claves del otro, de su narración, de sus personajes.

Escuchar con el corazón, con la cabeza, con los oídos, con la piel, con el cuerpo, con las manos, con el espacio, con los ojos cerrados, con el alma, con la conciencia.
Escuchar al otro, a lo otro, a los otros. A lo que conocemos del otro y a lo que desconocemos.

Escuchar para acompañar. 
Para abrazar. 
Para contener. 
Para actuar. 
Para aprender. 
Para alojar. 
Para dirigir. 
Para organizar. 
Para crear.

Nota publicada en el Periódico El Semejante / Junio 2014

Similitudes y Diferencias entre Teatro Espontáneo e Improvisación teatral

Es muy común considerar sinónimos al Teatro Espontáneo y la Improvisación Teatral, porque de alguna manera al decir espontáneo se lo suele asociar con algo que se hace en el momento, que se improvisa en el momento. Para los que hacen una y otra técnica las definiciones genéricas pueden ser un problema. En estos últimos 20 años la Improvisación teatral en Argentina y en el mundo creció notablemente. Hay referentes de distintas corrientes, años de recorrido y trayectoria que permitieron instalar en el imaginario cultural una idea más o menos precisa respecto de lo que es la Impro. Por su parte, el Teatro Espontáneo está creciendo pero aún no es tan conocido y todavía no hay una idea internalizada sobre este tipo de teatro. Entonces cuando se comienza hablar de teatro espontáneo rápidamente se lo asocia con la improvisación teatral o con el psicodrama. En este texto se buscará definir al teatro espontáneo y describir algunas semejanzas y diferencias con la Improvisación Teatral (Impro).

El Teatro Espontáneo (T.E.) es un concepto amplio que engloba diferentes dispositivos dramáticos entre los que se encuentran por ejemplo el teatro playback, el teatro debate, teatro de la espontaneidad, teatro del oprimido, danza espontánea, etc.  Cada uno de estos modos teatrales tiene sus propias reglas, lo que todos ellos tienen en común es que la composición teatral se realiza en co-creación con el público.
Uno de los principales modos del T.E. es el teatro playback. Dicha técnica fue creada por Jonathan Fox en el año 1975 en Estados Unidos. En este teatro las personas pueden contar sus historias, sensaciones, emociones, sueños y luego verlas representadas por otras que ocupan el rol de actores. Hay tres puntos clave, el primero tiene que ver con LOS RELATOS. La esencia radica en que se cuenten historias, las experiencias de vida se convierten en relatos que las personas comparten y tienen la posibilidad de volver a ver. La segunda clave tiene que ver con LA ESCUCHA, todos los que están presentes escuchan a la persona que cuenta su sensación. En tercer lugar está LA REPRESENTACION, luego de compartir la historia se la representa. Para ello se busca que los actores logren captar la esencia de lo relatado y que quien narró pueda verse reflejado en la escena. Dar visibilidad a lo que sentimos en nuestra vida cotidiana es una de las virtudes del teatro espontáneo.

A partir de esta descripción se empiezan a dibujar algunas semejanzas y otras diferencias en relación a la Impro. Cabe aclarar que en esta última también hay diferentes dispositivos con sus propias reglas. En este sentido, ambas técnicas engloban géneros, estilos y experiencias diferentes.

Una de las principales semejanzas tiene que ver con que no hay guión previo, ni la Impro ni el T.E. son teatros con guión pre-establecido. En el caso de la Impro el guión se irá construyendo junto con las historias y los distintos personajes que irán creando los improvisadores. En el caso del T.E. el guión lo aporta el público contando algo que vivieron y quieren ver representado.
La diferencia principal la daría la relación con el público. En la Impro el público no siempre participa activamente, y cuando lo hace aporta frases en general inventadas en el momento. En T.E. el público es clave y tan importante como el trabajo actoral, porque lo que se busca es que los espectadores tengan también un lugar protagónico y sean copartícipes de la producción teatral, para ello parte del trabajo tiene que ver con dialogar con ellos y que voluntariamente compartan sus historias.

La participación del público y sus historias determina otra diferencia que tiene que ver con la carga emocional de lo que se recrea, en el T.E. es algo que fue vivido, o que la persona está sintiendo en ese momento. En la Impro hay inventiva pura y lo que aporta el público en cuanto a disparador también es parte de la inventiva.

En cuanto al trabajo de los actores se puede afirmar que en ambos casos es necesario entrenar la aceptación, la confianza, el trabajo en equipo y la escucha para que la composición teatral esté viva y tenga coherencia interna. En la Impro este entrenamiento tendrá un horizonte lleno de imaginación y creatividad casi en estado puro; en el T.E. esa composición tendrá asiento en el sentir del público y en que puedan verse reflejados.

Mundos imaginados, mundos sentidos.
Historias inventadas, historias recreadas.
Teatros que versionan la vida en clave creativa y emotiva.
Distintos modos de trabajar con lo humano y lo poético.

Bibliografía

Johnstone, K. (1990). Impro. Improvisación y el teatro. España: Cuatro Vientos.
Nachmanovitch, S. (2044). Free Play. La improvisación en la vida y en el arte. Bs As: Paidós.
Salas, J. (2005). Improvisando la vida real. Historias personales en Teatro Playback. Nordan Comunidad.

Friedler, R. (2004). El Teatro Playback: una pasión vislumbrada en Nepal. Un diálogo con Jonathan Fox. Revista Relaciones N° 239.Uruguay.

Link para acceder a la revista
Mi artículo está en la Revista de Mayo/ Nº 35


lunes, 5 de mayo de 2014

Si tuvieras la posibilidad… ¿qué harías?

Si tuvieras la posibilidad de contar algo de tu vida, qué compartirías?
Si tuvieras la posibilidad de ver una escena o sensación qué pedirías volver a ver?
Si tuvieras la posibilidad de actuar, qué personajes o roles te gustaría representar?
Si tuvieras la posibilidad de servir a otros, prestando tus movimientos, tus gestos para re-crear sus escenas y emociones dónde lo harías?
Si tuvieras la posibilidad de jugar a ser otros de a ratos, quiénes te gustaría ser-hacer?

No es magia ni la lámpara de Aladino. Es teatro espontáneo.

Un espacio lleno de creación Y la creación de un espacio para actuar, sentir, pensar, escuchar, decir, compartir, observar, contemplar, sensibilizar.
Crear un espacio es toda una apuesta. Abrir el eje de coordenadas cotidianas para que el arte haga su parte. Crear un espacio para producir múltiples posibilidades.

El teatro espontáneo trabaja con esa intención, de crear espacios, de hacer lugar. 
Como espectador-público-participante-ciudadano-vecino. Tener la posibilidad de volver a ver un momento de la vida, ver lo que estás sintiendo, lo que te está pasando, lo que alguna vez te contó la abuela sobre su infancia. Y también participar escuchando los sentires de otros que son como vos aunque sientan diferentes o a veces sientan lo mismo, hayan vivido lo mismo. Ver. Escuchar. Sentir.
Como narrador. Tener la posibilidad de contar algo y que te escuchen, de compartir algo que te pasó o que te está por pasar o de repente poner en palabras algo que pide salir –sin planificación previa-. Ser escuchado, ser reconocido, tener la palabra.
Como actor. Tener la posibilidad de actuar, de poder darnos el permiso para ser artistas en sus múltiples modos. De entrar y salir de las emociones, de ponernos en el lugar del otro. De hacer teatro. De tomar la poesía escondida en cada tramo de vida. De hacer visible lo invisible. De amplificar. De jugar a ser. De estar disponible para otros. De trabajar en equipo.

Puede que no resonemos con cada relato, puede ser que más de una vez nos toque hacer justo ese personaje que no nos gusta para nada, puede ser que a veces la magia no sucede. Puede ser. Y también puede ser que amemos hacerlo, contar, ver, actuar. Que nos contagiemos de alegría al ver cómo otra persona comparte pétalos de su alma recogida en algún rincón insospechado de su mundo. Que lloremos con el relato de un ser querido que en esa función abre su corazón para que respire y se expanda. Que la música nos lleve de viaje por lugares que pensábamos perdidos de nuestro interior.


Todo puede pasar. No es magia. Es teatro espontáneo.

Nota publicada Periódico El Semejante / Mayo 2014

martes, 8 de abril de 2014

En busca del Relato Vivo

Hacer en Teatro Espontáneo. Un hacer gregario. Un hacer desde uno, desde lo que uno es. Un hacer con otros.
Jugar, crear, conducir, canalizar, inventar.
Pensar en la propia mirada.
La mirada pulsa horizontes particulares en una actividad colectiva.
Dentro del colectivo, todas las miradas dibujan colectivos.
Cómo pensar la mirada que tenemos en teatro espontáneo.

Me doy cuenta que en estos 10 años de transitar territorios del Teatro Espontáneo me fui encontrando con conceptos que ensamblan una mirada personal que se fue dibujando en mi andar.
Me interesa la vida, la poesía, la sensibilidad.
Mirar la vida y sus distintas formas. El teatro como algo vital.
Buscar la vida que anida en los relatos de los narradores.
Buscar el movimiento en la escena.
Trabajar la estética, profundizar en la técnica siempre con un norte humanizante, siempre buscando encontrar poesía en lo humano.

Buscar que ese relato que el narrador compartió frente a todo el auditorio cobre vida a través de la escena. ¿Qué quiere decir que cobre vida? ¿Podría ser de otra manera? Que haya una escena no implica necesariamente que transmita algo, que llegue al corazón, que produzca sentido. Para que transmita, toque y produzca sentido eso que se representa tiene que irradiar, ser vital, tener vida… y no siempre se logra… no siempre se logra de la misma manera.

Andar en el camino de lo humano descubriendo y representando lo no humano, buscar lo vivo y encontrarse más de una vez con lo muerto. En un mismo relato encontrar una pluralidad de voces vivas y muertas coexistiendo. Nada es acabado y lo mínimo puede transformar el mundo.

Que tenga vida significa también que eso que está sucediendo sea real, que efectivamente esté sucediendo. Este teatro contado, escuchado y dramatizado espontáneamente amasa y produce múltiples formas con una masa tan visible como invisible llena de energía, emoción y misterio.

A veces es una palabra que dijo el narrador y fue tocando al público mientras lo escuchaba. A veces es toda una escena la que conmueve y contagia humanidad. A veces es la recepción del público la que sutilmente va instalando en los que estamos presentes calidez y emoción. Lo que nos toca el corazón es dinámico, se mueve, un día está acá en tal o cual escena y otro día está en la luz o en la música o en el conjunto de todos los que co-habitan la escena.

Afloran preguntas.
Aflorar.
Brotar.
Florecer.

¿Cuál es la mirada estética del hecho teatral que acontece en este tipo de teatro social y comunitario? ¿Cómo se cruza el acontecer estético frente a un horizonte fundamentalmente humanizante? ¿Qué se busca? ¿Qué buscamos los que hacemos teatro espontáneo? ¿Cuál es nuestra mirada sobre el hecho teatral que producimos?
Abrir el juego para pensar.
Distintas miradas y búsquedas que actores, directores, músicos, participantes del teatro espontáneo tenemos sobre esto.
Atender a la propia mirada para reconocer.

Hacer Teatro Espontáneo.
Hacer lugar.
Encender.
Irradiar.
Humanizar.
Amar.

Nota para Campo Grupal Abril 2014

Un Teatro de lo Actual

Hoy en día cuando se habla de actualidad en general se la asocia con lo que está pasando en este preciso instante o los temas más importantes que tienen a la población expectante. Pero también desde la psicología se piensa a lo actual en relación al síntoma, o al trauma, como aquello que sucedió en el pasado y que para nosotros sigue siendo actual, porque sigue teniendo vigencia, todavía nos conmueve, nos deja sin aliento, nos inhibe, etc.
Por ejemplo, los nervios frente a un examen son algo bastante frecuente y normal que se amplifican cada vez que uno lo lleva a cabo. Lo actual aquí tiene que ver con esas otras escenas que reviven cada vez que damos un examen y lo que suele pasar es que volvemos a sentirnos niños frente a un maestro malo, o un padre exigente, etc.
Entonces, hay en lo actual ingredientes tanto del pasado como del presente, es mixto.

El teatro espontáneo trabaja con lo actual en este sentido mixto. Abre el juego a lo actual. Permite vernos a nosotros mismos en este momento o en eso que sucedió hace muchísimo tiempo y aún lo llevamos en la mochila. Habla de lo que queremos que hable, porque somos nosotros los que aportamos el guión y va a mostrar en escena aquello que nos interesa ver, que nos interesa mirar y también lo que no podemos dejar de decir.
Me vienen a la mente tantas funciones en el Teatro IFT con La Combinada[1], donde el público muchas veces pedía ver sensaciones relacionadas con la vorágine que se vive en la city porteña y también con las dificultades de viajar en la Capital. Eran temas que estaban presentes en muchísimas funciones. Siempre había alguien que levantaba la mano y pedía ver algo de esto, el apretado viaje en subte, el tránsito en la ciudad, los piquetes en los puentes.
El teatro espontáneo es un Teatro de lo actual, tiene vigencia y actualidad ¿Para quién? Para los que estamos presentes y participando de esa actividad porque nuestro guión es el que vamos a ver. Pedimos ver cosas no sólo porque las deseamos o las soñamos, sino porque las padecemos y las pedimos ver porque necesitamos sacarlas afuera de nosotros, verla en otros, que a su vez la representan, le ponen el cuerpo, la voz, la poética, la música y construye de eso que fue o es algo cotidiano y molesto o histórico un instante artístico lúdico y reparador.

Nota Publicada en "El semejante" / Abril 2014



[1] La Combinada es una compañía de teatro espontáneo que se creó en el 2003 y en la que estuve participando en los roles de actriz y directora desde sus inicios hasta fines del 2012.

TALLERES 20 14


lunes, 10 de marzo de 2014

La angustia, una compañera incómoda

Cuando trabajamos el cuerpo en actividades lúdicas y creativas es muy común pretender desenchufarnos buscando sentir placer de principio a fin. Es cierto que muchas veces lo logramos. Sin embargo hay ocasiones en las que nos sorprende la angustia como esa compañera fatídica y dramática que nos corta el aliento, el humor, el movimiento y la diversión.

¿Qué debemos, podemos o queremos hacer en esos momentos? ¿Tiene sentido correr? ¿Debemos dejar la actividad que tanto nos gusta? ¿Qué nos trae con su presencia?

Cuando le damos lugar al cuerpo en alguna actividad expresiva es lógico que al desplegarnos se abran espacios por los que la angustia aparezca.
Recuerdo cuando empecé a tomar clases de improvisación teatral, a lo largo de la clase atravesaba una montaña rusa de emociones, lloraba de la risa a la par que dos por tres sentía angustia frente a momentos de vacío cuando no sabía qué hacer, qué decir, cómo continuar la historia, el cuerpo se me paralizaba y las sensaciones me abrumaban, era horrible sin embargo después de eso, volvía a reír y disfrutar. No era que la angustia simplemente se iba o que se instalaba y no había nunca más un disfrute. Eran distintos movimientos que tocaban fibras íntimas de mi estructura psíquica y que este afecto señalaba como puntos sensibles que, por otra parte en muchas oportunidades, aportaban un material riquísimo a ser trabajado en mi propio análisis terapéutico.

En este sentido, considero que la angustia nos pone cara a cara con aspectos que nos pueden guiar a un crecimiento personal vital y muy importante.

Ahora bien, me resulta curioso hablar de la angustia como si fuera una sola, idéntica para todos. No es así. Como si fuera un temporal que en cada región azota de distinta forma. Mis angustias son vividas como tsunami de barro que hacen espesa la ola atorada en el pecho y amenazan con ahogarme e inmovilizarme. Pero, ¿Cómo azotan a cada uno? ¿Cuáles son las imágenes que se crean en cada uno a partir de dicha presencia?

Me gustaría partir de estas líneas para abrirme a pensar que en cualquier actividad que uno realice la angustia puede también ser un regalo, una compañera indeseable incómoda y hasta molesta pero que nos trae un crecimiento, un salto posible.


Esas imágenes que se producen en cada uno de nosotros pueden ser representadas en teatro espontáneo, trabajadas en psicodrama y hasta relatadas en una terapia convencional y en cada uno de estos espacios podremos seguir creando figuras que nos ayuden a no ahogarnos en ese temporal, imágenes que se conviertan en manos que nos rescatan, personas que nos acompañan, y hasta en nuevas producciones subjetivas que nos permitan crecer y evolucionar en nuestro camino personal.

Publicada en El Semejante/ Marzo 2014