Grupo de Formación 2014
Funciones Cierre del Año
Un espacio. Que permita la creación. Un espacio en cualquier lugar. Para SER. Para conocer. Para compartir. Una creación colectiva. Un pensamiento interno. Una acción creativa. Lo cotidiano en una escena. Lo vital en una frase. Los invito a mi tierra.
martes, 11 de noviembre de 2014
EL ENCUENTRO Y EL TEATRO ESPONTÁNEO
Si quieres ir rápido
ve solo, si quieres llegar lejos ve acompañado
En Septiembre abrí un tema
pensando de qué se trata cooperar con otros en lo que hace al teatro
espontáneo o la improvisación teatral, iluminando lo primero que se activa
a la hora de improvisar con otro. En Octubre jugué con la imagen de improvisar
en relación a cocinar con otros platos creativos pedidos en el momento.
Este mes fui buscando qué era
aquello que necesitaba contar y compartir. El tema de la cooperación me queda
dando vueltas como si fuera un halo que se abrió y quedó esparcido flotando por
todos los alrededores. El universo del hacer con es basto y diverso,
entonces me di cuenta que lo que quería compartir era mi experiencia de trabajo
en equipo. Cuántas veces hablamos de un tema y luego advertimos que nuestra
realidad no se condice con esos conceptos tan interesantes que aprendimos.
Justamente por esto hace falta divulgar las experiencias que están en esa
sintonía.
Algo que me cautivó desde el
inicio del Teatro Espontáneo (TE) fue su capacidad para articular e integrar
distintos elementos del trabajo en equipo. Para lograr una composición teatral
armónica debe ejercitarse la apertura y la disposición para hacer con otros, y
cuando digo otros me refiero a los compañeros actores, músicos y director como
también a los demás participantes, como las historias, las escenas, el público,
los narradores y demás personas que están presentes en las diversas formas de
hacer este teatro del momento.
Justamente por sus cualidades de
inacabado, imperfecto, improvisado, singular, único, irrepetible había que
entrenarse para que todo eso no produjera un sinfín de bloqueos que están a la
orden del día (bloqueos que mencioné con más detalle en la nota de Septiembre).
Ahora bien, comenzar a andar este
camino espontáneo me fue llevando a conocer a otros que también se sentían
cautivados por esta técnica. Con algunos armamos una compañía de TE, luego fui
conociendo otras compañías que también funcionaban en Capital Federal y también
personas que sin un grupo fijo utilizaban elementos y conceptos que aportan
estas herramientas. Fui conociendo grupos que llevaban adelante estas prácticas
en diferentes provincias y en diferentes países; y que la utilizaban de
diferente forma como estrategia de intervención comunitaria, como recurso para
trabajar en organizaciones y empresas, como modos terapéuticos, como
entrenamiento, como forma de contacto con uno mismo, como si fuera un club
social de amigos; algunos con búsquedas más cercanas al psicodrama, otros con
búsquedas más cercanas al teatro y al clown.
Esos grupos y personas en todos
estos años fueron dando a lugar a producir Encuentros Nacionales e
Internacionales (2005-Córdoba-Argentina; 2007-Chile; 2009-Uruguay; 2011-Sao
Pablo-Brasil; 2013-Paraguay).
Acá en Argentina se dio el 1º
Foro Latinoamericano en el año 2005 y fue recién en el año 2012 que también en
Córdoba, en la Ciudad de Agua de Oro se produjo el 1º Encuentro Nacional.
Todo esto hace al andar en
conjunto. Organizar Encuentros Nacionales e Internacionales para compartir
experiencias, para escribir la historia del movimiento de TE es un ejemplo
maravilloso de lo que es Cooperar, de hacer con otros.
Este mes en Noviembre se
realizará el 2º Encuentro Nacional de
Teatro Espontáneo en Buenos Aires. La historia se sigue escribiendo. El
movimiento colectivo de la comunidad espontánea vuelve a tener una casa para
reunirse. Son hitos que plasman claves simbólicas a una trama que se va
escribiendo día a día, desde cada uno y por sus propios puntos, nudos y grietas.
No se trata de pensar que en cada Foro o Encuentro estén TODOS los que trabajan
con TE sino saber que esas reuniones nos cuentan que hay un movimiento que
sigue vivo y que se sigue escribiendo a sí mismo.
Esta vez soy parte del grupo que
se juntó para organizar este Encuentro. Parte de un grupo
que trabajó mucho para dar lo mejor de sí, en cada reunión, en cada idea y en
cada acción para poder materializar este sueño.
COOPERAR: CONCIENCIA DE LOS OTROS (2º PARTE)
La nota del mes anterior la
titulé como la de este mes Cooperar: Conciencia de los otros y puse
entre paréntesis 1º parte, porque encontré en este tema de cooperar varias aristas que se fueron abriendo en el quehacer del
teatro espontáneo y me pareció interesante hacerles un lugar.
En septiembre mencionaba el hacer
con como un modo de pensar la cooperación en el trabajo de creación
conjunta y espontánea. Cerraba la nota
expresando la idea acerca de cómo en este tipo de entrenamiento subyace una
lógica solidaria que nos acercan al otro, nos hacen considerarlo, valorarlo y
en ese reconocimiento nos enriquecemos.
Improvisar, hacer con otro algo que ninguno de los dos conoce
categóricamente ni al detalle ni sabe por anticipado, es algo que no se conoce
hasta que se construye y que se construye un poco a ciegas, otro poco
registrando lo que nos pasa y otro poco en un acto de fe -diría mi parte espiritual-. Podríamos pensar que improvisar es como cocinar imágenes con
climas, esencias, condimentos y sabores. Cada vez algo distinto. ¿Cómo
sería? ¿Cómo es cocinar imágenes que tengan gusto, sabor, que lleguen al
corazón y hacerlo en el momento? ¿Cómo es cocinar con otros con los que no
podés ponerte de acuerdo previamente salvo en el momento en el que ya están
cocinando? Los mismos cuerpos son parte de la materia en el acto de
improvisar-cocinar. ¿Cómo hacer con otro algo inédito, nuevo?
En principio –se me ocurre-
teniendo conciencia de que además de uno están los otros que también participan
en la cocina, que no hay roles fijos, ni reglas rígidas, ni un guión preciso.
Por el contrario, hay algunos materiales básicos (telas u objetos), algunas
esencias (músicas) y cuerpos vivos, expresiones, gestos, movimientos que son
los que van a ir tejiendo esa cocción que irá produciendo escenas.
Cada vez tenemos que pasar por no saber lo que vamos a cocinar ese día y saber
que nos vamos a enterar en el mismo momento lo que el público quiere comer y
que a la vez eso que pidan tiene un valor emocional y psíquico muy hondo.
Todos estos son elementos que dibujan un territorio organizado por
incertidumbres. Ciertamente produce mucha ansiedad y elegir andar este camino implica
tener que vérselas con las distintas ansiedades internas,profundas y también
grupales,colectivas y culturales que aparecen plato tras plato,ejercicio tras
ejercicio,función tras función.
Cooperar en este punto sería algo así como llevar lo que tenemos, advertir
lo que el otro ofrece y juntos armar un plato poético con un sabor sensible que
haya podido captar la esencia de lo que el narrador (público) contó.
Hacer teatro espontáneo es una cocina que alimenta el alma, trabaja el
espíritu y nos permite crecer como personas.
lunes, 15 de septiembre de 2014
viernes, 5 de septiembre de 2014
COOPERAR. CONCIENCIA DE LOS OTROS (1 º parte)
Una de las cosas que más repito
cuando doy un taller de improvisación teatral o de teatro espontáneo es que
gran parte del entrenamiento se basa en ejercicios de cooperación, de trabajo
en equipo. Es clave desarrollar estas nociones en la acción teatral para lograr
que la creación colectiva y espontánea se realice.
¿Qué sería cooperar? ¿En qué
consistiría?
En principio podría señalar que
tiene que ver con HACER CON. Para
cooperar con otro es necesario reconocer y aceptar a los otros que están en
escena junto conmigo. Esto que parece obvio decididamente no lo es.
Muchas veces lo que nos muestran
los ejercicios de improvisación es que el actor hace cosas como si estuviera
solo en el sentido de que pasa por alto o deja caer las propuestas del
compañero. Controlar, competir, pelear, imponer son actitudes muy comunes y
frecuentes en estos talleres, al menos cuando uno comienza este camino
espontáneo. Es más importante aún comprender que nadie lo hace conscientemente,
nadie dice voy a pelear con el otro, le voy a decir que no a todo lo que
proponga. Más bien lo contrario, se quiere hacer una escena con el otro pero
sin advertirlo se rechaza las propuestas, se impone o quiere controlar lo que
pasa. Esto sucede porque al no haber tiempo de preparación ni un guión
establecido y mucha incertidumbre en lo que se improvise, se activan miedos y
ansiedades en cada uno y aparecen esas acciones que nos bloquean el camino
solidario. Lograr acciones improvisadas
con otros implica trabajar directa o indirectamente con nosotros mismos y
nuestros miedos.
Un aspecto básico para cooperar
es poder VER a mi compañero, lo que no significa sólo mirarlo sino verlo,
conocerlo, estar atento a lo que dice, hace, acciona, estar disponible para
acompañarlo, complementarlo. Pensemos que si hay que improvisar una escena de a
dos y ambos tienen esta actitud cada uno va a estar atento a lo que proponga,
sienta y exprese el compañero.
Pongamos un ejemplo de teatro
espontáneo. Alguien cuenta que está alegre y quisiera ver representada esa
sensación. La directora les indica a los actores que lo hagan con una estructura
de escultura fluida. Para ilustrar lo que venimos diciendo sobre la cooperación
podríamos decir que los actores habiendo recibido las indicaciones ya están
listos para salir al espacio dramático. Acá se encuentran frente a dos caminos
posibles. Un camino es que vayan
saliendo de a uno, cada actor con su propuesta hasta que estén todos en escena
y finalice la representación.
El otro camino es que cada uno
vaya saliendo con una propuesta al espacio dramático (hasta aquí igual que el
1º camino) y a medida que los compañeros se van sumando ir conectando,
registrar las otras propuestas, esta porosidad va a permitir que mi propuesta
se vaya modificando, se transforme y así las de cada uno para ir mezclándose
con las otras hasta volverse una –más grande y poderosa-. Cuando esto se logra
todos los percibimos, se siente a nivel energético, poético, de potencia. En
este segundo camino se dio la cooperación, atender a los otros que están junto
conmigo y construir una escena, juntos.
Hoy en día que se habla tanto del
individualismo (egoísmo), el sálvese quien pueda, como de la indiferencia
frente al otro, este tipo de actividades desarrollan una lógica solidaria que
nos acercan al otro, nos hace considerarlo y aceptar las potencias de cada uno.
Y en ese acto se produce un nosotros que [muchas veces] nos da sentido.
Publicado en el periódico "El Semejante" / Septiembre 2014
jueves, 21 de agosto de 2014
LOS NIÑOS EN EL TEATRO ESPONTÁNEO
Se terminan las vacaciones de
invierno y con ellas los mil y un espectáculos para niños.
El teatro espontáneo es la
excepción a muchas reglas pero no a ésta. En estas semanas entre julio y agosto
también la vida de las compañías de teatro espontáneo es atravesada por la
impronta vacacional e infantil.
Este cruce de niños y teatro
espontáneo es de por sí un cruce interesante, curioso, particular como todo lo
que atraviesa a cada uno de ellos.
Este teatro es corporal,
improvisado, lúdico y en este sentido fácil de comprender y accesible a la
lógica infantil. Ellos comprenden con rapidez de qué se trata y así se lanzan a
participar.
Es muy interesante observar el
tipo de relatos que suelen contar como por ejemplo historias en las que se
cayeron, se lastimaron, les salió sangre o rompieron un diente. Resulta llamativo
este tipo de narraciones si lo pensamos desde una lógica adulta ya que en los
adultos no es frecuente pedir ver caídas y golpes. Sin embargo es frecuente en
niños, como también es común escuchar sus miedos.
En estas fechas, cuando el
auditorio de una función se llena de niños volvemos a tomar contacto con la
frescura y la espontaneidad en su sentido pleno. Se puede apreciar cómo juegan,
cómo tramitan la vida y sus problemas, cómo rescatan lo que les gusta.
Es posible que haya relatos
semejantes, en el sentido de que alguien cuente un paseo por el zoológico y
luego varios quieran contar también su paseo por el zoológico. Es posible
también que el silencio en algunos momentos sea difícil de lograr, y eso muchas
veces al adulto lo incomoda, le molesta. Esto sucede entre otras cosas porque
aún no tienen incorporados determinados ritos y es justamente lo que hace a la
frescura que le aportan a este teatro de composición colectiva.
Sin embargo participar en una
función de niños es un regalo, una oportunidad para escuchar cómo fluye la espontaneidad
tan difícil de lograr a veces en los adultos. Los niños cuentan lo que están
sintiendo, lo que en ese momento les pasa, no evalúan si está bien o no, ni qué
imagen quieren darle a los otros, sino que reaccionan con sinceridad y verdad.
La simpleza en los relatos de
los niños no es por simple menos sabia, muy por el contrario, en esa
literalidad muchas veces se encierra el secreto de la sabiduría y de la
potencia teatral.
Hacer funciones de teatro
espontáneo para chicos es intenso, activo, dinámico, lúdico. Si queremos saber
cómo es el niño interior que llevamos dentro los invito a participar de una
función para conectar con la potencia de los niños que están fuera de nosotros,
ellos nos ayudarán a iluminar nuestro camino.
Nota Publicada en El Semejante / Agosto 2014
TRANSITAR EL MIEDO
Qué es lo que no se puede
escribir, lo que nuestras ideas tapan cuando nos sentamos frente a la
computadora? Qué cosas son las que evitamos hacer, cuando damos vueltas y en
lugar de ponernos a hacer lo que sabemos que tenemos que hacer nos distraemos
con cualquier otra cosa. Cuáles las cosas que hacemos para evadir esas que nos
llaman, que nos esperan y nosotros no queremos saber nada. Hace unos meses
escribí sobre la angustia como un sentir incómodo y absolutamente necesario
cuando vamos transitando un camino que tiene que ver con alguna verdad propia,
interna, un camino verdadero. Hoy acuden a mi ventana ideas ligadas al miedo, a
los temores que siempre están revoloteando nuestra vida y nuestras decisiones.
Mucho se escribe sobre el
miedo y me animo a decir que todos sabemos qué es sentir miedo… sin embargo
está ahí… acechando, oculto en los olvidos, detrás de las cortinas de nuestro
deseo, listo para emerger siempre que puede.
Y me pregunto qué forma tiene
el miedo? Qué formas cobra nuestro miedo? Cómo hacer para distinguirlo porque
aunque no parezca no siempre está tan a la vista, a veces hace falta sacar
capas y capas de ruido, de acelere, de vorágine para advertir que una parte de
nuestro ser está agachado y muerto de miedo frente al propio deseo. Sí,
escucharon bien (digo leyeron bien)
muchas veces el miedo aflora cuando tenemos éxito, cuando eso que tanto
ansiamos está sucediendo. Y entonces cuando estamos ahí, cara a cara con lo
que anhelamos el miedo toma una forma particular, porque no se trata de
cobardía sino que es un miedo que nos anuncia que estamos a punto de dar un
salto cualitativo en nuestro universo conocido, estamos por ampliar nuestro
campo de acción y entrando en un capítulo inédito de nuestra vida.
Se me ocurre imaginar un
escenario con el miedo en relación al deseo, como si un grupo de personas
actuaran miedos y otro grupo actuara deseos, y ambos grupos dialogaran,
interactuaran… qué pasaría? Qué haría el miedo, los miedos? Qué harían los
deseos. Si le agregamos a ese cuadro dinámico un personaje que sintiera miedo
frente a un ofrecimiento laboral que se hace realidad… múltiples posibilidades
se abren en un espacio dramático y espontáneo, en un espacio creativo que nos
ayuda a imaginar, a encarnar, a ver.
De esto se trata el teatro
espontáneo. De mostrarnos a nosotros mismos lo que nos pasa, lo que sentimos,
lo que estamos atravesando, sea para uno mismo, un grupo, una comunidad, un
colectivo.
Transitar los miedos. Crecer.
Dar el salto.
Nota publicada en El Semejante / Julio 2014
martes, 3 de junio de 2014
2º ENCUENTRO NACIONAL DE TEATRO ESPONTÁNEO
Nos estamos preparando... vamos organizando... gestando... soñando... un nuevo encuentro de teatro espontáneo... esta vez los de buenos aires ponemos la casa, el lugar, la tierra... y los invitamos a que vengan!!!
Lanzamiento!!!!!!
los empezamos a llamar
los pensamos en noviembre disfrutando
queremos que sean parte, que seas parte
nada mejor que un nuevo encuentro
para seguir intercambiando
para seguir conociéndonos
a través del teatro espontáneo
este teatro que amamos
admiramos
y utilizamos
ya sabés!!!
22 23 24 de NOVIEMBRE
PILAR
BS AS
te estamos esperando!
Lanzamiento!!!!!!
los empezamos a llamar
los pensamos en noviembre disfrutando
queremos que sean parte, que seas parte
nada mejor que un nuevo encuentro
para seguir intercambiando
para seguir conociéndonos
a través del teatro espontáneo
este teatro que amamos
admiramos
y utilizamos
ya sabés!!!
22 23 24 de NOVIEMBRE
PILAR
BS AS
te estamos esperando!
El arte de Escuchar
Contar una sensación,
compartir con otros lo que estamos sintiendo y hasta poder verlo representado,
de esto se trata el Teatro Espontáneo. Contar lo que sentimos es algo que tiene
su magia, no siempre tenemos claro qué nos pasa pero tenemos una sensación,
algo que contar, no sabemos bien qué es pero por ejemplo nos estalla la cabeza,
estamos tan emocionados que nos faltan las palabras, sentimos una alegría
inmensa que quisiéramos dar saltos enormes o tenemos un montón de palabras
atoradas en la garganta y parecen no encontrar la salida… o no encontramos
ninguna palabra que toque directamente lo que el cuerpo nos convida. Y sin
embargo queremos contar y en ese compartir hay otros que escuchan y en este
punto me gustaría demorarme hoy, en la escucha. Para que el acto de contar y
compartir tenga sentido, es necesario que haya quien escuche y no de cualquier
manera.
Cada rol (director, actor,
músico) tendrá distintas funciones en el arte de escuchar. Cada uno desde su
lugar deberá dejarse afectar por el relato y por el narrador.
Se abre un abanico de matices,
niveles y dimensiones. La escucha es múltiple, variada, compleja. Es una clave decisiva
para hacer teatro espontáneo. No es una condición para participar como público
en una función, porque desde ese rol lo que cada uno escuche estará bien. En
cambio para hacer teatro espontáneo es importante y hasta necesario trabajar la
propia escucha, para actuar, para sonorizar las representaciones, para
desempeñar el rol de director.
En función de esto pienso en
la noción de Doble que desarrolla el psicodrama como un concepto que atraviesa
el acto de escuchar en teatro espontáneo. Jugar el rol del Doble implica captar
lo que está dicho y lo que no (implícito, entre líneas) en lo que el narrador
cuenta. Lo que se busca es intentar captar la esencia del otro. No es cualquier
escucha la que necesitamos en teatro espontáneo sino una escucha empática, que
pueda captar en esa afectación sonora y perceptiva las claves del otro, de su
narración, de sus personajes.
Escuchar con el corazón, con
la cabeza, con los oídos, con la piel, con el cuerpo, con las manos, con el
espacio, con los ojos cerrados, con el alma, con la conciencia.
Escuchar al otro, a lo otro, a
los otros. A lo que conocemos del otro y a lo que desconocemos.
Escuchar para acompañar.
Para
abrazar.
Para contener.
Para actuar.
Para aprender.
Para alojar.
Para dirigir.
Para organizar.
Para crear.
Nota publicada en el Periódico El Semejante / Junio 2014
Similitudes y Diferencias entre Teatro Espontáneo e Improvisación teatral
Es muy común
considerar sinónimos al Teatro Espontáneo y la Improvisación Teatral, porque de
alguna manera al decir espontáneo se lo suele asociar con algo que se hace en
el momento, que se improvisa en el
momento. Para los que hacen una y otra técnica las definiciones genéricas pueden
ser un problema. En estos últimos 20 años la Improvisación teatral en Argentina
y en el mundo creció notablemente. Hay referentes de distintas corrientes, años
de recorrido y trayectoria que permitieron instalar en el imaginario cultural
una idea más o menos precisa respecto de lo que es la Impro. Por su parte, el
Teatro Espontáneo está creciendo pero aún no es tan conocido y todavía no hay
una idea internalizada sobre este tipo de teatro. Entonces cuando se comienza
hablar de teatro espontáneo rápidamente se lo asocia con la improvisación
teatral o con el psicodrama. En este texto se buscará definir al teatro
espontáneo y describir algunas semejanzas y diferencias con la Improvisación
Teatral (Impro).
El Teatro Espontáneo (T.E.) es un concepto amplio
que engloba diferentes dispositivos dramáticos entre los que se encuentran por
ejemplo el teatro playback, el teatro debate, teatro de la espontaneidad, teatro
del oprimido, danza espontánea, etc.
Cada uno de estos modos teatrales tiene sus propias reglas, lo que todos
ellos tienen en común es que la composición teatral se realiza en co-creación
con el público.
Uno de los principales modos del T.E. es el teatro playback. Dicha
técnica fue creada por Jonathan Fox en el año 1975 en Estados Unidos. En este
teatro las personas pueden contar sus historias, sensaciones, emociones, sueños
y luego verlas representadas por otras que ocupan el rol de actores. Hay tres
puntos clave, el primero tiene que ver con LOS RELATOS. La esencia radica
en que se cuenten historias, las experiencias de vida se convierten en relatos
que las personas comparten y tienen la posibilidad de volver a ver. La segunda
clave tiene que ver con LA ESCUCHA, todos los que están presentes
escuchan a la persona que cuenta su sensación. En tercer lugar está LA
REPRESENTACION, luego de compartir la historia se la representa. Para
ello se busca que los actores logren captar la esencia de lo relatado y que quien
narró pueda verse reflejado en la escena. Dar visibilidad a lo que sentimos en
nuestra vida cotidiana es una de las virtudes del teatro espontáneo.
A partir de
esta descripción se empiezan a dibujar algunas semejanzas y otras diferencias
en relación a la Impro. Cabe aclarar que en esta última también hay diferentes
dispositivos con sus propias reglas. En este sentido, ambas técnicas engloban
géneros, estilos y experiencias diferentes.
Una de las
principales semejanzas tiene que ver con que no hay guión previo, ni la Impro
ni el T.E. son teatros con guión pre-establecido. En el caso de la Impro el guión
se irá construyendo junto con las historias y los distintos personajes que irán
creando los improvisadores. En el caso del T.E. el guión lo aporta el público
contando algo que vivieron y quieren ver representado.
La
diferencia principal la daría la relación con el público. En la Impro el
público no siempre participa activamente, y cuando lo hace aporta frases en
general inventadas en el momento. En T.E. el público es clave y tan importante
como el trabajo actoral, porque lo que se busca es que los espectadores tengan también
un lugar protagónico y sean copartícipes de la producción teatral, para ello
parte del trabajo tiene que ver con dialogar con ellos y que voluntariamente
compartan sus historias.
La
participación del público y sus historias determina otra diferencia que tiene que
ver con la carga emocional de lo que se recrea, en el T.E. es algo que fue vivido, o que la persona está
sintiendo en ese momento. En la Impro hay inventiva pura y lo que aporta el
público en cuanto a disparador también es parte de la inventiva.
En cuanto al
trabajo de los actores se puede afirmar que en ambos casos es necesario
entrenar la aceptación, la confianza, el trabajo en equipo y la escucha para
que la composición teatral esté viva y tenga coherencia interna. En la Impro
este entrenamiento tendrá un horizonte lleno de imaginación y creatividad casi
en estado puro; en el T.E. esa composición tendrá asiento en el sentir del
público y en que puedan verse reflejados.
Mundos
imaginados, mundos sentidos.
Historias
inventadas, historias recreadas.
Teatros que
versionan la vida en clave creativa y emotiva.
Distintos
modos de trabajar con lo humano y lo poético.
Bibliografía
Johnstone,
K. (1990). Impro. Improvisación y el teatro. España: Cuatro Vientos.
Nachmanovitch,
S. (2044). Free Play. La improvisación en la vida y en el arte. Bs As:
Paidós.
Salas,
J. (2005). Improvisando la vida real. Historias personales en Teatro
Playback. Nordan Comunidad.
Friedler,
R. (2004). El Teatro Playback: una pasión
vislumbrada en Nepal. Un diálogo con Jonathan Fox. Revista Relaciones N° 239.Uruguay.
Link para acceder a la revista
Mi artículo está en la Revista de Mayo/ Nº 35
lunes, 5 de mayo de 2014
Si tuvieras la posibilidad… ¿qué harías?
Si tuvieras la posibilidad de
contar algo de tu vida, qué compartirías?
Si tuvieras la posibilidad de
ver una escena o sensación qué pedirías volver a ver?
Si tuvieras la posibilidad de
actuar, qué personajes o roles te gustaría representar?
Si tuvieras la posibilidad de
servir a otros, prestando tus movimientos, tus gestos para re-crear sus escenas
y emociones dónde lo harías?
Si tuvieras la posibilidad de jugar a ser otros de a ratos,
quiénes te gustaría ser-hacer?
No es magia ni la lámpara de
Aladino. Es teatro espontáneo.
Un espacio lleno de creación Y
la creación de un espacio para actuar, sentir, pensar, escuchar, decir,
compartir, observar, contemplar, sensibilizar.
Crear un espacio es toda una apuesta. Abrir el eje de coordenadas
cotidianas para que el arte haga su parte. Crear un espacio para producir
múltiples posibilidades.
El teatro espontáneo trabaja con
esa intención, de crear espacios, de hacer lugar.
Como
espectador-público-participante-ciudadano-vecino. Tener la posibilidad
de volver a ver un momento de la vida, ver lo que estás sintiendo, lo que te
está pasando, lo que alguna vez te contó la abuela sobre su infancia. Y también
participar escuchando los sentires de otros que son como vos aunque sientan
diferentes o a veces sientan lo mismo, hayan vivido lo mismo. Ver. Escuchar.
Sentir.
Como
narrador. Tener la posibilidad de contar algo y que te escuchen, de
compartir algo que te pasó o que te está por pasar o de repente poner en
palabras algo que pide salir –sin
planificación previa-. Ser escuchado, ser reconocido, tener la palabra.
Como
actor. Tener la posibilidad de actuar, de poder darnos el permiso para
ser artistas en sus múltiples modos. De entrar y salir de las emociones, de
ponernos en el lugar del otro. De hacer teatro. De tomar la poesía escondida en
cada tramo de vida. De hacer visible lo invisible. De amplificar. De jugar a
ser. De estar disponible para otros. De trabajar en equipo.
Puede que no resonemos con cada
relato, puede ser que más de una vez nos toque hacer justo ese personaje que no
nos gusta para nada, puede ser que a veces la magia no sucede. Puede ser. Y
también puede ser que amemos hacerlo, contar, ver, actuar. Que nos contagiemos
de alegría al ver cómo otra persona comparte pétalos de su alma recogida en
algún rincón insospechado de su mundo. Que lloremos con el relato de un ser
querido que en esa función abre su corazón para que respire y se expanda. Que
la música nos lleve de viaje por lugares que pensábamos perdidos de nuestro
interior.
Todo puede pasar. No es magia. Es
teatro espontáneo.
Nota publicada Periódico El Semejante / Mayo 2014
martes, 8 de abril de 2014
En busca del Relato Vivo
Hacer en Teatro Espontáneo. Un
hacer gregario. Un hacer desde uno, desde lo que uno es. Un hacer con otros.
Jugar, crear, conducir,
canalizar, inventar.
Pensar en la propia mirada.
La mirada pulsa horizontes
particulares en una actividad colectiva.
Dentro del colectivo, todas
las miradas dibujan colectivos.
Cómo pensar la mirada que
tenemos en teatro espontáneo.
Me doy cuenta que en estos 10
años de transitar territorios del Teatro Espontáneo me fui encontrando con
conceptos que ensamblan una mirada personal que se fue dibujando en mi andar.
Me interesa la vida, la
poesía, la sensibilidad.
Mirar la vida y sus distintas
formas. El teatro como algo vital.
Buscar la vida que anida en
los relatos de los narradores.
Buscar el movimiento en la
escena.
Trabajar la estética,
profundizar en la técnica siempre con un norte humanizante, siempre buscando
encontrar poesía en lo humano.
Buscar que ese relato que el
narrador compartió frente a todo el auditorio cobre vida a través de la escena.
¿Qué quiere decir que cobre vida? ¿Podría ser de otra manera? Que haya una
escena no implica necesariamente que transmita algo, que llegue al corazón, que
produzca sentido. Para que transmita, toque y produzca sentido eso que se
representa tiene que irradiar, ser vital, tener vida… y no siempre se logra… no
siempre se logra de la misma manera.
Andar en el camino de lo
humano descubriendo y representando lo no humano, buscar lo vivo y encontrarse
más de una vez con lo muerto. En un mismo relato encontrar una pluralidad de
voces vivas y muertas coexistiendo. Nada es acabado y lo mínimo puede
transformar el mundo.
Que tenga vida significa
también que eso que está sucediendo sea real, que efectivamente esté
sucediendo. Este teatro contado, escuchado y dramatizado espontáneamente amasa
y produce múltiples formas con una masa tan visible como invisible llena de
energía, emoción y misterio.
A veces es una palabra que
dijo el narrador y fue tocando al público mientras lo escuchaba. A veces es
toda una escena la que conmueve y contagia humanidad. A veces es la recepción
del público la que sutilmente va instalando en los que estamos presentes
calidez y emoción. Lo que nos toca el corazón es dinámico, se mueve, un día
está acá en tal o cual escena y otro día está en la luz o en la música o en el
conjunto de todos los que co-habitan la escena.
Afloran preguntas.
Aflorar.
Brotar.
Florecer.
¿Cuál es la mirada estética
del hecho teatral que acontece en este tipo de teatro social y comunitario? ¿Cómo
se cruza el acontecer estético frente a un horizonte fundamentalmente
humanizante? ¿Qué se busca? ¿Qué buscamos los que hacemos teatro espontáneo? ¿Cuál
es nuestra mirada sobre el hecho teatral que producimos?
Abrir el juego para pensar.
Distintas miradas y búsquedas
que actores, directores, músicos, participantes del teatro espontáneo tenemos
sobre esto.
Atender a la propia mirada
para reconocer.
Hacer Teatro Espontáneo.
Hacer lugar.
Encender.
Irradiar.
Humanizar.
Amar.
Nota para Campo Grupal Abril
2014
Un Teatro de lo Actual
Hoy en día cuando se habla de
actualidad en general se la asocia con lo que está pasando en este preciso
instante o los temas más importantes que tienen a la población expectante. Pero
también desde la psicología se piensa a lo actual en relación al síntoma, o al
trauma, como aquello que sucedió en el pasado y que para nosotros sigue siendo
actual, porque sigue teniendo vigencia, todavía nos conmueve, nos deja sin
aliento, nos inhibe, etc.
Por ejemplo, los nervios
frente a un examen son algo bastante frecuente y normal que se amplifican cada
vez que uno lo lleva a cabo. Lo actual aquí tiene que ver con esas otras
escenas que reviven cada vez que damos un examen y lo que suele pasar es que
volvemos a sentirnos niños frente a un maestro malo, o un padre exigente, etc.
Entonces, hay en lo actual
ingredientes tanto del pasado como del presente, es mixto.
El teatro espontáneo trabaja
con lo actual en este sentido mixto. Abre el juego a lo actual. Permite vernos
a nosotros mismos en este momento o en eso que sucedió hace muchísimo tiempo y
aún lo llevamos en la mochila. Habla de lo que queremos que hable, porque somos
nosotros los que aportamos el guión y va a mostrar en escena aquello que nos
interesa ver, que nos interesa mirar y también lo que no podemos dejar de
decir.
Me vienen a la mente tantas
funciones en el Teatro IFT con La Combinada[1], donde el
público muchas veces pedía ver sensaciones relacionadas con la vorágine que se
vive en la city porteña y también con las dificultades de viajar en la Capital.
Eran temas que estaban presentes en muchísimas funciones. Siempre había alguien
que levantaba la mano y pedía ver algo de esto, el apretado viaje en subte, el
tránsito en la ciudad, los piquetes en los puentes.
El teatro espontáneo es un Teatro de lo actual, tiene vigencia y
actualidad ¿Para quién? Para los que estamos presentes y participando de
esa actividad porque nuestro guión es el que vamos a ver. Pedimos ver cosas no sólo
porque las deseamos o las soñamos, sino porque las padecemos y las pedimos ver
porque necesitamos sacarlas afuera de nosotros, verla en otros, que a su vez la
representan, le ponen el cuerpo, la voz, la poética, la música y construye de
eso que fue o es algo cotidiano y molesto o histórico un instante artístico
lúdico y reparador.
Nota Publicada en "El semejante" / Abril 2014
[1]
La Combinada es una compañía
de teatro espontáneo que se creó en el 2003 y en la que estuve participando en
los roles de actriz y directora desde sus inicios hasta fines del 2012.
lunes, 10 de marzo de 2014
La angustia, una compañera incómoda
Cuando trabajamos el cuerpo en
actividades lúdicas y creativas es muy común pretender desenchufarnos buscando sentir
placer de principio a fin. Es cierto que muchas veces lo logramos. Sin embargo hay
ocasiones en las que nos sorprende la angustia como esa compañera fatídica y
dramática que nos corta el aliento, el humor, el movimiento y la diversión.
¿Qué debemos, podemos o
queremos hacer en esos momentos? ¿Tiene sentido correr? ¿Debemos dejar la actividad
que tanto nos gusta? ¿Qué nos trae con su presencia?
Cuando le damos lugar al
cuerpo en alguna actividad expresiva es lógico que al desplegarnos se abran
espacios por los que la angustia aparezca.
Recuerdo cuando empecé a tomar
clases de improvisación teatral, a lo largo de la clase atravesaba una montaña
rusa de emociones, lloraba de la risa a la par que dos por tres sentía angustia
frente a momentos de vacío cuando no sabía qué hacer, qué decir, cómo continuar
la historia, el cuerpo se me paralizaba y las sensaciones me abrumaban, era
horrible sin embargo después de eso, volvía a reír y disfrutar. No era que la
angustia simplemente se iba o que se instalaba y no había nunca más un
disfrute. Eran distintos movimientos que tocaban fibras íntimas de mi
estructura psíquica y que este afecto señalaba como puntos sensibles que, por
otra parte en muchas oportunidades, aportaban un material riquísimo a ser
trabajado en mi propio análisis terapéutico.
En este sentido, considero que
la angustia nos pone cara a cara con aspectos que nos pueden guiar a un
crecimiento personal vital y muy importante.
Ahora bien, me resulta curioso
hablar de la angustia como si fuera una sola, idéntica para todos. No es así.
Como si fuera un temporal que en cada región azota de distinta forma. Mis
angustias son vividas como tsunami de barro que hacen espesa la ola atorada en
el pecho y amenazan con ahogarme e inmovilizarme. Pero, ¿Cómo azotan a cada
uno? ¿Cuáles son las imágenes que se crean en cada uno a partir de dicha
presencia?
Me gustaría partir de estas
líneas para abrirme a pensar que en cualquier actividad que uno realice la
angustia puede también ser un regalo, una compañera indeseable incómoda y hasta
molesta pero que nos trae un crecimiento, un salto posible.
Esas imágenes que se producen
en cada uno de nosotros pueden ser representadas en teatro espontáneo,
trabajadas en psicodrama y hasta relatadas en una terapia convencional y en
cada uno de estos espacios podremos seguir creando figuras que nos ayuden a no
ahogarnos en ese temporal, imágenes que se conviertan en manos que nos
rescatan, personas que nos acompañan, y hasta en nuevas producciones subjetivas
que nos permitan crecer y evolucionar en nuestro camino personal.
Publicada en El Semejante/ Marzo 2014
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