Me llamo Verónica Bracamonte.
Tengo la sensación que el teatro espontáneo me
acompaña desde siempre. Esa posibilidad de ver representado teatralmente lo que
cuento y de representar lo que otros narraron es maravilloso. Nos conocimos -el
teatro espontáneo y yo- en el 2003 y desde entonces caminamos juntos.
Escribo. Lo que pienso, lo que siento, lo que quiero
pensar, lo que no sé dónde poner, lo que no tengo idea, lo que me emociona. La escritura
vino conmigo como una compañera de vida, está ahí, la siento viva. Mis manos expresan
lo que mi alma muchas veces les susurra.
Soy psicóloga. Entre las corrientes de pensamiento
psicológico me interesa la psicología analítica que inauguró Jung, considero
que es la que más se ajusta a mi cosmovisión y que me permite pensar y elaborar
en los distintos órdenes de la vida. También conocí y aprendí de la terapia
guestáltica y de las constelaciones familiares.
Hice improvisación teatral,
teatro grotowskiano, sistema fedora aberastury, contact improvisación, danza
jazz, canto, biodanza, algo de clown. Si fuera por mí viviría recreándome en
los diversos espacios creativos que existen porque son alimento esencial para
mi vida.
Espacio de creación es eso, un espacio de creación, es
crear espacios para la creación, es un juego de palabras que no es sólo un
juego de palabras. El Teatro Espontáneo es un espacio que permite crear, este
tipo de teatro crea espacio dónde sea que vaya, abre el juego, propone mundo
poéticos nacidos del cotidiano mundo de la rutina.