martes, 26 de marzo de 2013

La combinada, compañía de teatro espontáneo. Una etapa de 9 años



LA COMBINADA es una compañía de teatro espontáneo que nació el 13 de diciembre del 2003, en Capital Federal. Podría definirla como una apasionada del teatro espontáneo.  
Pasión, Intuición y Juego son claves del alma de la compañía.
Por esos primeros años éramos un grupo de entusiastas que deseaban lanzarse a la mar de este mundo poético y ese motor lleno de potencia y amor nos hizo recorrer muchos lugares y dar funciones en todo tipo de espacios. La magia nos habitaba en cada función y en cada entrenamiento. Pulsaba por SER.
La Combinada ha estado en cárceles de hombres, en barrios humildes, en distintas salas de teatro, en escuelas, en ateneos clínicos de asociaciones psicoanalíticas como APA y Apdeba. Ha estado en distintos lugares del país como Tucumán y Comodoro Rivadavia en actividades para el Ministerio de Desarrollo. Ha trabajado en capacitaciones en la Universidad de San Andrés. En la Universidad de Buenos Aires (UBA). La consultora Huatana (una estimada amiga del grupo) le permitió a la compañía conocer el mundo de las organizaciones y no morir en el prejuicio de que el arte y el mundo empresarial son inexorablemente opuestos.

En estos años, se fueron combinando distintos integrantes, algunos la iniciaron y fundaron,  otros llegaron más adelante con nuevos motores y vitalidades. En esos cambios la identidad del grupo se fue transformando en algunos aspectos y el alma siguió evolucionando.


En lo personal formé parte de la compañía hasta diciembre del 2012. Fue un lugar de pertenencia, de existencia, de multiplicación. El grupo fue mi gran maestro. Gracias a La Combi no sólo conocí el teatro espontáneo sino que lo experimenté, conocí aspectos míos que no pensé que existían. La combinada como una madre dadora me contuvo, me amó, me ayudó a creer en mí, a confiar.  Como un padre me llevó de la mano a conocer nuevos mundos posibles. Y en ese tránsito de 9 años hoy nace una nueva etapa, en la que el fuego sagrado pulsa por seguir andando nuevos caminos.
¡Gracias Combi!

Para quienes deseen conocer próximas funciones del grupo.
Se presenta un domingo al mes en Sala Mediterránea, Tucumán 3378, Capital Federal

Se pueden contactar con el grupo:
Facebook/La combinada

miércoles, 6 de marzo de 2013

TALLERES 2013

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SÁBADOS 16 Y 23 DE MARZO 
VENI A CONOCER EL TEATRO ESPONTÁNEO


martes, 5 de marzo de 2013

Lo Social y el Teatro Espontáneo


En octubre del 2012 se realizó el 1º Foro Argentino de Teatro Espontáneo en Agua de Oro, Provincia de Córdoba. Fueron tres días en los que cerca de 150 personas de todo el país y de algunos países limítrofes nos reunimos para vivenciar, compartir, dialogar e intercambiar experiencias con el Teatro Espontáneo.
Por la tarde del día sábado se realizó un taller que fue coordinado por Entre-Fugas un grupo cordobés. Las coordinadoras, Virginia y Roxana, propusieron trabajar con la línea histórica del TE (Teatro Espontáneo) desde sus inicios en el país hasta el día de hoy. La idea era que las personas pensáramos qué nos aportó este dispositivo, qué despertó nuestro interés. Luego se propuso que nos agrupáramos en virtud del año que habíamos conocido la técnica y compartiéramos nuestra experiencia. Junto con ello debíamos pensar qué andaba pasando en el país por ese año. Por último, para lograr una síntesis las coordinadoras dieron la consigna de que cada grupo de cada año debía crear una escena o sensación que implicara lo personal, lo grupal y lo social para mostrarla al resto del auditorio.
Con mucho arte lograron iluminar el movimiento del TE en Argentina. Así fue cómo las escenas comenzaron desde el año 2012 hasta 1992 cuando Marilén Garavelli conoció la técnica en un congreso de psicodrama en Holanda.
Fue una experiencia que me impactó mucho porque vi cómo el proceso del  TE en este país y de lo social estaban “casualmente” relacionados. Si bien hay más personas que trabajan con esta técnica y no pudieron estar en el Foro, fue importante ver que los primeros 10 años se caracterizaron por tener pocos participantes a la vez que históricamente se recordaban los distintos mandatos presidenciales y algunos acontecimientos importantes. Luego del 2001, del 2002 al 2012, tuvieron en común la mayor cantidad de gente, año tras año los grupos eran más y más numerosos y en lo social, hubo la necesidad de reagruparse.
El proceso social vivido acá dio lugar a que se multiplicara el movimiento de Teatro Espontáneo. En lo personal pude ubicar mi recorrido dentro de un movimiento joven y muy prometedor que trabaja en la relación del arte con la salud con el horizonte de humanizar nuestros vínculos, de crear con lo que somos, con lo que nos está sucediendo y generando espacios para que en los grupos, los barrios, las escuelas y las diferentes comunidades se pueda poner en palabras y en escenas lo que haya para decir.

Publicado en El Semejante / Marzo 2013

Imaginemos que el límite es una puerta


Hoy quiero escribir de los límites, en esto de decir NO para decir SI. Tengo la impresión que tiene mala prensa la palabra límite o que se la relaciona con algo rígido y autoritario sin embargo pienso que también produce dimensiones, estructura, organiza, sitúa, identifica, aclara, discrimina, habilita. Da sentido a lo que sucede por dentro y a lo que queda por fuera.
Es común en los talleres de teatro espontáneo que a partir de una regla, condición o límite lo primero que surja sea poner en cuestión esa regla o pretender que no está, y esta situación nos permite comprender que el sujeto se está tomando tiempo para adentrarse en el territorio que funda ese límite. Imaginemos que el límite es una puerta que está puesta en la mitad del espacio dramático y que el sujeto en esa demora protesta por la puerta, por el marco, por el color del marco, que todo es arbitrario y obstaculiza, que no debería estar ahí porque molesta, incomoda, quita libertad. El sujeto se resiste a pasar por la puerta y si bien por fuera de esa puerta quedan muchas cosas, adentro se crean mundos posibles. 
Un ejemplo sencillo es proponer un ejercicio en el que la persona únicamente pueda mover un brazo y busque transmitir distintas emociones que se le van pidiendo. Este límite (no se puede mover ninguna parte del cuerpo salvo un brazo) propone a la persona que investigue y experimente las múltiples posibilidades expresivas que tiene con un solo elemento. Seguramente, habrá quienes protesten y estén todo el ejercicio pensando “yo lo haría mucho mejor si pudiera mover los dos brazos, o los ojos también, o si pudiera decir algo, etc” y habrá otros que se irán metiendo en los distintos mundos que se crean al trabajar con esa condición. Después de explorar esas posibilidades se levanta el límite y el cuerpo cobra otras dimensiones, se amplifica, toma otro peso, otros colores y cualidades que hasta antes del ejercicio estaban sumidas en un cúmulo de automatismos.
Un autor, especialista en improvisación, dice “a veces maldecimos los límites pero sin ellos el arte es imposible” (Stephen Nachmanovitch, 2004 pág. 100). Esta afirmación grafica lo central que son los límites para el trabajo creativo. Llevado al teatro espontáneo hay muchas reglas que están operando para que la espontaneidad nos conmueva. Esas reglas en general son invisibles a los ojos del que recién llega o del que mira desde afuera. No se ven a simple vista y sin embargo son los que permiten que la magia se produzca.

Publicado en El Semejante / Febrero 2013