Grupo de Formación 2014
Funciones Cierre del Año
Un espacio. Que permita la creación. Un espacio en cualquier lugar. Para SER. Para conocer. Para compartir. Una creación colectiva. Un pensamiento interno. Una acción creativa. Lo cotidiano en una escena. Lo vital en una frase. Los invito a mi tierra.
martes, 11 de noviembre de 2014
EL ENCUENTRO Y EL TEATRO ESPONTÁNEO
Si quieres ir rápido
ve solo, si quieres llegar lejos ve acompañado
En Septiembre abrí un tema
pensando de qué se trata cooperar con otros en lo que hace al teatro
espontáneo o la improvisación teatral, iluminando lo primero que se activa
a la hora de improvisar con otro. En Octubre jugué con la imagen de improvisar
en relación a cocinar con otros platos creativos pedidos en el momento.
Este mes fui buscando qué era
aquello que necesitaba contar y compartir. El tema de la cooperación me queda
dando vueltas como si fuera un halo que se abrió y quedó esparcido flotando por
todos los alrededores. El universo del hacer con es basto y diverso,
entonces me di cuenta que lo que quería compartir era mi experiencia de trabajo
en equipo. Cuántas veces hablamos de un tema y luego advertimos que nuestra
realidad no se condice con esos conceptos tan interesantes que aprendimos.
Justamente por esto hace falta divulgar las experiencias que están en esa
sintonía.
Algo que me cautivó desde el
inicio del Teatro Espontáneo (TE) fue su capacidad para articular e integrar
distintos elementos del trabajo en equipo. Para lograr una composición teatral
armónica debe ejercitarse la apertura y la disposición para hacer con otros, y
cuando digo otros me refiero a los compañeros actores, músicos y director como
también a los demás participantes, como las historias, las escenas, el público,
los narradores y demás personas que están presentes en las diversas formas de
hacer este teatro del momento.
Justamente por sus cualidades de
inacabado, imperfecto, improvisado, singular, único, irrepetible había que
entrenarse para que todo eso no produjera un sinfín de bloqueos que están a la
orden del día (bloqueos que mencioné con más detalle en la nota de Septiembre).
Ahora bien, comenzar a andar este
camino espontáneo me fue llevando a conocer a otros que también se sentían
cautivados por esta técnica. Con algunos armamos una compañía de TE, luego fui
conociendo otras compañías que también funcionaban en Capital Federal y también
personas que sin un grupo fijo utilizaban elementos y conceptos que aportan
estas herramientas. Fui conociendo grupos que llevaban adelante estas prácticas
en diferentes provincias y en diferentes países; y que la utilizaban de
diferente forma como estrategia de intervención comunitaria, como recurso para
trabajar en organizaciones y empresas, como modos terapéuticos, como
entrenamiento, como forma de contacto con uno mismo, como si fuera un club
social de amigos; algunos con búsquedas más cercanas al psicodrama, otros con
búsquedas más cercanas al teatro y al clown.
Esos grupos y personas en todos
estos años fueron dando a lugar a producir Encuentros Nacionales e
Internacionales (2005-Córdoba-Argentina; 2007-Chile; 2009-Uruguay; 2011-Sao
Pablo-Brasil; 2013-Paraguay).
Acá en Argentina se dio el 1º
Foro Latinoamericano en el año 2005 y fue recién en el año 2012 que también en
Córdoba, en la Ciudad de Agua de Oro se produjo el 1º Encuentro Nacional.
Todo esto hace al andar en
conjunto. Organizar Encuentros Nacionales e Internacionales para compartir
experiencias, para escribir la historia del movimiento de TE es un ejemplo
maravilloso de lo que es Cooperar, de hacer con otros.
Este mes en Noviembre se
realizará el 2º Encuentro Nacional de
Teatro Espontáneo en Buenos Aires. La historia se sigue escribiendo. El
movimiento colectivo de la comunidad espontánea vuelve a tener una casa para
reunirse. Son hitos que plasman claves simbólicas a una trama que se va
escribiendo día a día, desde cada uno y por sus propios puntos, nudos y grietas.
No se trata de pensar que en cada Foro o Encuentro estén TODOS los que trabajan
con TE sino saber que esas reuniones nos cuentan que hay un movimiento que
sigue vivo y que se sigue escribiendo a sí mismo.
Esta vez soy parte del grupo que
se juntó para organizar este Encuentro. Parte de un grupo
que trabajó mucho para dar lo mejor de sí, en cada reunión, en cada idea y en
cada acción para poder materializar este sueño.
COOPERAR: CONCIENCIA DE LOS OTROS (2º PARTE)
La nota del mes anterior la
titulé como la de este mes Cooperar: Conciencia de los otros y puse
entre paréntesis 1º parte, porque encontré en este tema de cooperar varias aristas que se fueron abriendo en el quehacer del
teatro espontáneo y me pareció interesante hacerles un lugar.
En septiembre mencionaba el hacer
con como un modo de pensar la cooperación en el trabajo de creación
conjunta y espontánea. Cerraba la nota
expresando la idea acerca de cómo en este tipo de entrenamiento subyace una
lógica solidaria que nos acercan al otro, nos hacen considerarlo, valorarlo y
en ese reconocimiento nos enriquecemos.
Improvisar, hacer con otro algo que ninguno de los dos conoce
categóricamente ni al detalle ni sabe por anticipado, es algo que no se conoce
hasta que se construye y que se construye un poco a ciegas, otro poco
registrando lo que nos pasa y otro poco en un acto de fe -diría mi parte espiritual-. Podríamos pensar que improvisar es como cocinar imágenes con
climas, esencias, condimentos y sabores. Cada vez algo distinto. ¿Cómo
sería? ¿Cómo es cocinar imágenes que tengan gusto, sabor, que lleguen al
corazón y hacerlo en el momento? ¿Cómo es cocinar con otros con los que no
podés ponerte de acuerdo previamente salvo en el momento en el que ya están
cocinando? Los mismos cuerpos son parte de la materia en el acto de
improvisar-cocinar. ¿Cómo hacer con otro algo inédito, nuevo?
En principio –se me ocurre-
teniendo conciencia de que además de uno están los otros que también participan
en la cocina, que no hay roles fijos, ni reglas rígidas, ni un guión preciso.
Por el contrario, hay algunos materiales básicos (telas u objetos), algunas
esencias (músicas) y cuerpos vivos, expresiones, gestos, movimientos que son
los que van a ir tejiendo esa cocción que irá produciendo escenas.
Cada vez tenemos que pasar por no saber lo que vamos a cocinar ese día y saber
que nos vamos a enterar en el mismo momento lo que el público quiere comer y
que a la vez eso que pidan tiene un valor emocional y psíquico muy hondo.
Todos estos son elementos que dibujan un territorio organizado por
incertidumbres. Ciertamente produce mucha ansiedad y elegir andar este camino implica
tener que vérselas con las distintas ansiedades internas,profundas y también
grupales,colectivas y culturales que aparecen plato tras plato,ejercicio tras
ejercicio,función tras función.
Cooperar en este punto sería algo así como llevar lo que tenemos, advertir
lo que el otro ofrece y juntos armar un plato poético con un sabor sensible que
haya podido captar la esencia de lo que el narrador (público) contó.
Hacer teatro espontáneo es una cocina que alimenta el alma, trabaja el
espíritu y nos permite crecer como personas.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)