En general cuando hablamos de salud
pensamos en enfermedad o ausencia de enfermedad. La Organización Mundial de la
Salud definió primero Salud como ausencia de enfermedad y luego le sumó “Equilibrio
bio-psico-social”. Hoy día, es
posible pensar la salud en un sentido positivo y como Promoción de la Salud
que significa promover aquello vinculado al bienestar de la persona, con lo que
le hace bien. Por ejemplo, cuando practicamos algún deporte que nos gusta
ponemos en movimiento nuestro cuerpo involucrando un cambio en nuestro estado
de ánimo que nos permite liberar tensiones y sentirnos reconfortados. Cuando
eso sucede estamos promoviendo la salud.
El Teatro Espontáneo (TE) tiene que ver con la afirmación de la salud. Esta práctica teatral pone al cuerpo en
movimiento, libera la mente y despliega la creatividad que hay en cada uno de
nosotros. Los ejercicios basados en la improvisación posibilitan aflojar las
tensiones y la rigidez de la vida cotidiana. A la vez estimula el juego, el
trabajo en equipo y la creación colectiva.
Imaginemos por un momento, María
está terminando su día, agobiada de quehaceres y rutinas, quiere salir a correr
como todos los martes. Duda, quizá debería dejarlo para otro día –piensa- y
ocuparse de sus obligaciones. Pero no, se prepara y sale a correr. Primero no
se engancha, le pesa el cuerpo. Al rato, la música del auricular la hace
sintonizar el paso, tal y como sucede con los primeros ejercicios en un taller
de TE. Ahora sí está motivada y su cuerpo transpirado anuncia el cansancio. Esa
fatiga la ayuda a soltar la rutina y conectar consigo misma. Sigue corriendo y
sólo cuando termina, agotada pero ya no agobiada siente su cuerpo cansado pero
con un alivio que le da gusto saborear.
Cuántas veces nos vino bien realizar
una actividad que nos permitiera cortar con la rutina para poder conectarnos
con nosotros mismos. El teatro
espontáneo es una práctica que armoniza la salud con el arte en una
experiencia que nos da sentido, que permite el juego y el movimiento del
cuerpo, que nos abre la puerta a un encuentro con nosotros mismos y también con
los otros.
Nota publicada en el Diario "El semejante"/ Junio 2012