martes, 7 de mayo de 2013

V Foro Latinoamericano de Teatro Espontáneo

Durante los días 5 - 6 y 7 de Octubre tendrá lugar en 5º Foro Latinoamericano de Teatro Espontáneo en Asunción, Paraguay.



A título informativo y porque me gusta historizar y dar un encuadre a las cosas es que quiero contarles algunas cosas.

En el año 2005 se realizó en Córdoba Capital el 1º Foro latinoamericano de teatro espontáneo. Fue una experiencia hermosa, potente y que sigue dando sus frutos. Fue un primer Foro en el que había mucho entusiasmo y mucha disponibilidad para el encuentro, para encontrarnos los que estábamos en este nuevo mundo y conocernos.

En el año 2007 se realizó el 2º foro latinoamericano en Santiago de Chile. En este país el movimiento de Teatro Espontáneo se organizó más operativamente y de hecho tomaron la iniciativa de generar un 2º encuentro qué comenzó a delinear el curso de los próximos encuentros cada dos años. La movida chilena se multiplicó rápidamente y es muy interesante conocer sus modos de abordar el teatro espontáneo.

En el año 2009 se realizó en Uruguay. Este encuentro tuvo lugar en las afueras de Montevideo y por lo que describieron los que asistieron al mismo hubo un clima de calidez y celebración muy agradable.

Y en 2011 se hizo el 4º Foro en San Pablo, Brasil. Para este evento participaron alrededor de 250 personas de todo latinoamérica.

El teatro espontáneo es un movimiento joven que va creciendo de forma bastante horizontal y rizomática, fuera de lo institucional (con esto digo que no hay una institución oficial que organice este movimiento).  El término Teatro Espontáneo nuclea muchas formas y dispositivos diferentes como por ejemplo el teatro debate, el playback theatre, el teatro de la espontaneidad, etc.
Uno de los puntos en común podríamos situarlo en relación al trabajo teatral de lo que se cuenta o relata. Sea que haya vecinos, actores, grupos específicos o cualquier tipo de auditorio lo que sucede en una función es que quien conduce y/o coordina buscará lograr un clima ameno en el colectivo humano para que algunas personas se animen a contar algo de su historia y luego otros lo representen teatralmente. 

Conozco y hago teatro espontáneo desde hace 10 años. Es una actividad noble, generosa que nutre y alimenta el espíritu. 
Por eso invito a quien desee conocer más a que se sume a los distintos grupos que funcionen en Argentina o en sus países y al que desea y tiene la posibilidad lo invito a que nos encontremos en Asunción los primeros días de Octubre.
La invitación es para encontrarnos a intercambiar, compartir, conocer, experimentar, vivenciar y celebrar esta herramienta que cada día se multiplica más y más

Para mayores datos pueden escribir al mail: forodeteatroespontaneopy@gmail.com 

O bien buscarlo por Facebook




Los relatos antes de ser contados (*)


“¿El poema existe antes de ser escrito? ¿La idea existe antes de que la conozcan? 
(…) ¿Adónde vamos a escuchar la música que nadie ha oído todavía? 
Hay un lugar en nuestro cuerpo al que podemos acudir y escuchar. 
Si vamos allá y guardamos silencio, podremos extraer la música.”
(Stephen Nachmanovitch, 2004)

 Uno de los momentos privilegiados en teatro espontáneo es cuando el narrador hace su relato. Emergen de la voz de personas que se animan a contar, voluntaria y espontáneamente, recuerdos y/o sensaciones. Entonces, el auditorio en un silencio expectante escucha retazos de vida que luego serán representados.

Aparecen diversas preguntas que suenan en mi mente ¿Existen esas narraciones antes de ser referidas? ¿Dónde estaban esos decires antes de ser dichos? En una sensación, ¿Lo relatado es igual a la imagen que evoca? ¿Hay un solo cuento acerca de una historia? ¿Hay una historia sola en cada narración? ¿Siempre que se cuenta muta el relato? ¿Tienen vida?

Con las manos llenas de semillas lanzo la siembra al viento y hago rodar las preguntas para aventurar algunas respuestas como luces en el camino. Intuyo rutas posibles. Pienso que los relatos antes de ser contados son como el río que fluye, como la luz que emana de las estrellas, como la sonrisa del bebé que nació hace poquito. Son vivencia, circunstancia, reflexión, anécdota. Se alojan en el cuerpo, en la idea, en el corazón. Andan revoloteando como pequeñas campanitas alrededor de nosotros y se insinúan entre los sentidos -hasta parecen chistarnos a veces-. Son gérmenes, semillas, supuestos, carne, sueño. El caldo de la sopa, lo que aún no existe pero está sucediendo, partes de uno mismo en la inconsciencia del ser. Están ahí haciendo cuerpo a la vera de la razón.

A veces uno puede detenerse a mirar y advertir la presencia inminente de relatos que brotan de la piel, de los ojos, de la cabeza de las personas. Otras veces me quedo con la sensación que la gente ni se da cuenta de la cantidad de relatos que llevan puestos, esperando la ocasión. Narrar, relatar, contar, ficcionar, decir, hablar, charlar son distintos modos de decirnos acerca de nosotros mismos, de iluminarnos. Los seres humanos estamos hechos de relatos, que nos historizan, que hacen cuento nuestra vida. En mi caso tengo muchos relatos en el punto en el que aún son puro cuerpo, sensación innominable que pervive ahí, justo en el límite de la palabra y la voz, como pura vibración y cuando respiro siento su presencia.

(*) Publicado en el Diario El Semejante / Mayo 2013

lunes, 1 de abril de 2013

Teatro Espontáneo para mirarnos el alma


En un taller, una clase o en una función de teatro espontáneo la dinámica tiene sus semejanzas, después de entrar en un clima de respeto e intimidad hay personas que relatan algo de su vida (algún recuerdo, sensación, imagen, deseo) y otras personas en el rol de actores la representan. A veces un relato simple, disfrazado de anécdota, se abre como un cofre lleno de oro durante su creación teatral e irradia una luz que conmueve. Y cuando eso sucede el narrador es tocado por la escena y se miran.
Quiero compartir una vez que conté una historia en un entrenamiento con mi grupo. En general, no me caracterizo por ser una buena narradora (en el sentido de tener el relato bien organizado y procesado) más bien soy intuitiva y tengo una paleta de sensaciones que no siempre se dicen claramente con palabras. Esa vez hablé de mis abuelos maternos, de lo amorosos que eran conmigo. Ellos dejaron este mundo cuando yo tenía 6 y 7 años. Y cuando tenía como 10 años, entendí con una claridad pasmosa que no volvería a verlos, recuerdo ese instante de verdad con bastante nitidez. Estaba en la casa de mis padres en un pasillo pequeño que conectaba distintos ambientes y me desbordó la emoción. Lloraba, hablé con mi mamá y me abrazó.
Esos recuerdos muchas veces los había tenido presente y esa vez los hice relato sólo porque acudieron a mi mente. La escena no tardó en iniciarse. La percibí como en cámara lenta, como si me demorara en cada instante y lo saboreara. Se recreó un primer momento de niña jugando con mis abuelos,  y luego el momento en el que caía en la cuenta que ellos se habían ido. Hubo una despedida. Embargada en una emoción profunda, las lágrimas salían de mis ojos como una catarata. Y no era tristeza. Era amor y un profundo recogimiento, lleno de agradecimiento. Esa nueva versión de aquel recuerdo me permitió volver a jugar con mis abuelos; y también me permitió despedirme. Decirles hasta luego.
No era la primera vez que narraba y confieso que esa maravillosa despedida fue una emotiva sorpresa, hablé de mis abuelos como quien cuenta anécdotas de la infancia, con afecto y el sabor de la distancia sin saber que la escena me iba a permitir honrarlos.
Cuántas veces tenemos la oportunidad de mirarnos el alma. Ver nuestro relato hecho escena como una invitación a celebrarnos, emocionarnos, reírnos, divertirnos, animarnos, reconocernos, alentarnos, despedirnos, acogernos, amarnos, abrazarnos. A nosotros mismos, a nuestras familias, a nuestras comunidades, a nuestras culturas, a nuestras tierras.

Nota publicada en el Diario "El Semejante" / Abril 2013

martes, 26 de marzo de 2013

La combinada, compañía de teatro espontáneo. Una etapa de 9 años



LA COMBINADA es una compañía de teatro espontáneo que nació el 13 de diciembre del 2003, en Capital Federal. Podría definirla como una apasionada del teatro espontáneo.  
Pasión, Intuición y Juego son claves del alma de la compañía.
Por esos primeros años éramos un grupo de entusiastas que deseaban lanzarse a la mar de este mundo poético y ese motor lleno de potencia y amor nos hizo recorrer muchos lugares y dar funciones en todo tipo de espacios. La magia nos habitaba en cada función y en cada entrenamiento. Pulsaba por SER.
La Combinada ha estado en cárceles de hombres, en barrios humildes, en distintas salas de teatro, en escuelas, en ateneos clínicos de asociaciones psicoanalíticas como APA y Apdeba. Ha estado en distintos lugares del país como Tucumán y Comodoro Rivadavia en actividades para el Ministerio de Desarrollo. Ha trabajado en capacitaciones en la Universidad de San Andrés. En la Universidad de Buenos Aires (UBA). La consultora Huatana (una estimada amiga del grupo) le permitió a la compañía conocer el mundo de las organizaciones y no morir en el prejuicio de que el arte y el mundo empresarial son inexorablemente opuestos.

En estos años, se fueron combinando distintos integrantes, algunos la iniciaron y fundaron,  otros llegaron más adelante con nuevos motores y vitalidades. En esos cambios la identidad del grupo se fue transformando en algunos aspectos y el alma siguió evolucionando.


En lo personal formé parte de la compañía hasta diciembre del 2012. Fue un lugar de pertenencia, de existencia, de multiplicación. El grupo fue mi gran maestro. Gracias a La Combi no sólo conocí el teatro espontáneo sino que lo experimenté, conocí aspectos míos que no pensé que existían. La combinada como una madre dadora me contuvo, me amó, me ayudó a creer en mí, a confiar.  Como un padre me llevó de la mano a conocer nuevos mundos posibles. Y en ese tránsito de 9 años hoy nace una nueva etapa, en la que el fuego sagrado pulsa por seguir andando nuevos caminos.
¡Gracias Combi!

Para quienes deseen conocer próximas funciones del grupo.
Se presenta un domingo al mes en Sala Mediterránea, Tucumán 3378, Capital Federal

Se pueden contactar con el grupo:
Facebook/La combinada

miércoles, 6 de marzo de 2013

TALLERES 2013

MARZO GRATUITO! APROVECHÁ
SÁBADOS 16 Y 23 DE MARZO 
VENI A CONOCER EL TEATRO ESPONTÁNEO


martes, 5 de marzo de 2013

Lo Social y el Teatro Espontáneo


En octubre del 2012 se realizó el 1º Foro Argentino de Teatro Espontáneo en Agua de Oro, Provincia de Córdoba. Fueron tres días en los que cerca de 150 personas de todo el país y de algunos países limítrofes nos reunimos para vivenciar, compartir, dialogar e intercambiar experiencias con el Teatro Espontáneo.
Por la tarde del día sábado se realizó un taller que fue coordinado por Entre-Fugas un grupo cordobés. Las coordinadoras, Virginia y Roxana, propusieron trabajar con la línea histórica del TE (Teatro Espontáneo) desde sus inicios en el país hasta el día de hoy. La idea era que las personas pensáramos qué nos aportó este dispositivo, qué despertó nuestro interés. Luego se propuso que nos agrupáramos en virtud del año que habíamos conocido la técnica y compartiéramos nuestra experiencia. Junto con ello debíamos pensar qué andaba pasando en el país por ese año. Por último, para lograr una síntesis las coordinadoras dieron la consigna de que cada grupo de cada año debía crear una escena o sensación que implicara lo personal, lo grupal y lo social para mostrarla al resto del auditorio.
Con mucho arte lograron iluminar el movimiento del TE en Argentina. Así fue cómo las escenas comenzaron desde el año 2012 hasta 1992 cuando Marilén Garavelli conoció la técnica en un congreso de psicodrama en Holanda.
Fue una experiencia que me impactó mucho porque vi cómo el proceso del  TE en este país y de lo social estaban “casualmente” relacionados. Si bien hay más personas que trabajan con esta técnica y no pudieron estar en el Foro, fue importante ver que los primeros 10 años se caracterizaron por tener pocos participantes a la vez que históricamente se recordaban los distintos mandatos presidenciales y algunos acontecimientos importantes. Luego del 2001, del 2002 al 2012, tuvieron en común la mayor cantidad de gente, año tras año los grupos eran más y más numerosos y en lo social, hubo la necesidad de reagruparse.
El proceso social vivido acá dio lugar a que se multiplicara el movimiento de Teatro Espontáneo. En lo personal pude ubicar mi recorrido dentro de un movimiento joven y muy prometedor que trabaja en la relación del arte con la salud con el horizonte de humanizar nuestros vínculos, de crear con lo que somos, con lo que nos está sucediendo y generando espacios para que en los grupos, los barrios, las escuelas y las diferentes comunidades se pueda poner en palabras y en escenas lo que haya para decir.

Publicado en El Semejante / Marzo 2013

Imaginemos que el límite es una puerta


Hoy quiero escribir de los límites, en esto de decir NO para decir SI. Tengo la impresión que tiene mala prensa la palabra límite o que se la relaciona con algo rígido y autoritario sin embargo pienso que también produce dimensiones, estructura, organiza, sitúa, identifica, aclara, discrimina, habilita. Da sentido a lo que sucede por dentro y a lo que queda por fuera.
Es común en los talleres de teatro espontáneo que a partir de una regla, condición o límite lo primero que surja sea poner en cuestión esa regla o pretender que no está, y esta situación nos permite comprender que el sujeto se está tomando tiempo para adentrarse en el territorio que funda ese límite. Imaginemos que el límite es una puerta que está puesta en la mitad del espacio dramático y que el sujeto en esa demora protesta por la puerta, por el marco, por el color del marco, que todo es arbitrario y obstaculiza, que no debería estar ahí porque molesta, incomoda, quita libertad. El sujeto se resiste a pasar por la puerta y si bien por fuera de esa puerta quedan muchas cosas, adentro se crean mundos posibles. 
Un ejemplo sencillo es proponer un ejercicio en el que la persona únicamente pueda mover un brazo y busque transmitir distintas emociones que se le van pidiendo. Este límite (no se puede mover ninguna parte del cuerpo salvo un brazo) propone a la persona que investigue y experimente las múltiples posibilidades expresivas que tiene con un solo elemento. Seguramente, habrá quienes protesten y estén todo el ejercicio pensando “yo lo haría mucho mejor si pudiera mover los dos brazos, o los ojos también, o si pudiera decir algo, etc” y habrá otros que se irán metiendo en los distintos mundos que se crean al trabajar con esa condición. Después de explorar esas posibilidades se levanta el límite y el cuerpo cobra otras dimensiones, se amplifica, toma otro peso, otros colores y cualidades que hasta antes del ejercicio estaban sumidas en un cúmulo de automatismos.
Un autor, especialista en improvisación, dice “a veces maldecimos los límites pero sin ellos el arte es imposible” (Stephen Nachmanovitch, 2004 pág. 100). Esta afirmación grafica lo central que son los límites para el trabajo creativo. Llevado al teatro espontáneo hay muchas reglas que están operando para que la espontaneidad nos conmueva. Esas reglas en general son invisibles a los ojos del que recién llega o del que mira desde afuera. No se ven a simple vista y sin embargo son los que permiten que la magia se produzca.

Publicado en El Semejante / Febrero 2013