martes, 5 de marzo de 2013

Lo Social y el Teatro Espontáneo


En octubre del 2012 se realizó el 1º Foro Argentino de Teatro Espontáneo en Agua de Oro, Provincia de Córdoba. Fueron tres días en los que cerca de 150 personas de todo el país y de algunos países limítrofes nos reunimos para vivenciar, compartir, dialogar e intercambiar experiencias con el Teatro Espontáneo.
Por la tarde del día sábado se realizó un taller que fue coordinado por Entre-Fugas un grupo cordobés. Las coordinadoras, Virginia y Roxana, propusieron trabajar con la línea histórica del TE (Teatro Espontáneo) desde sus inicios en el país hasta el día de hoy. La idea era que las personas pensáramos qué nos aportó este dispositivo, qué despertó nuestro interés. Luego se propuso que nos agrupáramos en virtud del año que habíamos conocido la técnica y compartiéramos nuestra experiencia. Junto con ello debíamos pensar qué andaba pasando en el país por ese año. Por último, para lograr una síntesis las coordinadoras dieron la consigna de que cada grupo de cada año debía crear una escena o sensación que implicara lo personal, lo grupal y lo social para mostrarla al resto del auditorio.
Con mucho arte lograron iluminar el movimiento del TE en Argentina. Así fue cómo las escenas comenzaron desde el año 2012 hasta 1992 cuando Marilén Garavelli conoció la técnica en un congreso de psicodrama en Holanda.
Fue una experiencia que me impactó mucho porque vi cómo el proceso del  TE en este país y de lo social estaban “casualmente” relacionados. Si bien hay más personas que trabajan con esta técnica y no pudieron estar en el Foro, fue importante ver que los primeros 10 años se caracterizaron por tener pocos participantes a la vez que históricamente se recordaban los distintos mandatos presidenciales y algunos acontecimientos importantes. Luego del 2001, del 2002 al 2012, tuvieron en común la mayor cantidad de gente, año tras año los grupos eran más y más numerosos y en lo social, hubo la necesidad de reagruparse.
El proceso social vivido acá dio lugar a que se multiplicara el movimiento de Teatro Espontáneo. En lo personal pude ubicar mi recorrido dentro de un movimiento joven y muy prometedor que trabaja en la relación del arte con la salud con el horizonte de humanizar nuestros vínculos, de crear con lo que somos, con lo que nos está sucediendo y generando espacios para que en los grupos, los barrios, las escuelas y las diferentes comunidades se pueda poner en palabras y en escenas lo que haya para decir.

Publicado en El Semejante / Marzo 2013

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