Llegó el día. El grupo se está preparando para la muestra de teatro espontáneo que tendrá la forma de una función íntima hecha para amigos y seres queridos. Estamos en la Casona Cultural Humahuaca, sus paredes saben de este dispositivo desde hace 20 años. Hace mucho calor, en la calle se prepara una feria con juegos callejeros. No sabemos cuántos invitados habrá como espectadores. Para la mayoría es la primera vez que van a hacer teatro espontáneo con público, después de haber estado durante meses tomando clases. Algunos están acostumbrados a estar frente al público pero con otras actividades como la narración oral, el teatro tradicional, la animación infantil y la oratoria.
Hay en juego una primera vez, un
final de ciclo y también un momento único e irrepetible. Tener una foto de este
instante en el que tres temporalidades se tocan a la vez que se oponen me
resultó mágico. Cada instancia recorre diversas sensaciones, en una primera vez
hay ansiedad, nervios, torpeza y sobre todo un gran desconocimiento de uno
mismo en relación a eso que se vive por primera vez; en cambio cuando
finalizamos un ciclo las sensaciones que se suelen presentar están más ligadas
a la emoción, a algo que se soltó como una fruta madura que cae del árbol.
Miraba al grupo y los veía como
siempre, como cada vez que nos encontrábamos y a la vez percibía sus nervios,
esas cosquillas llenas de energía y de inseguridad que se llevan en el cuerpo
justo antes de la primera vez y me llenaba de ternura. El final era también
principio como el ouroboros, la serpiente que se come la cola, ese símbolo que
representa el eterno renacimiento, que nos dice que el final de un camino o de
un proceso significa siempre un nuevo principio.
Y ese círculo se producía durante
la experiencia que tiene anclaje en la realidad y anuda esos tiempos distintos.
Dice en el diccionario: Enseñanza que se
adquiere con la práctica / Acontecimiento que se vive y del que se aprende algo.
Me pareció clave encontrar estas definiciones y comprender que en la muestra de
teatro espontáneo la experiencia tuvo forma de práctica, también forma de acontecimiento,
así como una forma única y no había contradicción, era todo eso a la vez. La
esencia del teatro espontáneo está en total consonancia con esta compleja
realidad que articula y entraña tiempos diferentes.
Ahí estábamos todos en la
intersección de los tres conjuntos a punto de vivir una experiencia teatral,
humana, única y especial.
Nota publicada en el Diario "El Semejante"/ Diciembre 2012
Vero me quedè con las ganas. Nos cuentas como estabais antes de esa funciòn pero ¿còmo fue? ¿Qué se generò? ¿Cómo acabò?
ResponderEliminarUn abrazo
Amaia
Amaia no te quedes con las ganas... es una foto de un instante en el que todo puede pasar y que se juntan maravillosamente tiempos en general dispares... Fue una experiencia hermosa, terminó mejor de cómo empezó aunque lo que importa es la experiencia que deja una huella en ese camino personal de cada uno. Abrazo
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