Llovió lo que ya era,
no hay nada nuevo, no me enteré de nada distinto, sólo que veo que la calle se
inunda y me afecta. Se agitan las aguas del intoxicado, de los sumisos, de los
desquiciados, de los sabelotodo, de los malvados, de los oportunistas, se
agitan las aguas del que teme, del inseguro, del manipulado… ambas aguas se
agitan, chocan, ahogan, inundan las almas de todo eso que buscan, que no
quieren, que esquivan. Esas aguas llegan a mí que voy en otra dirección, llegan
a mí porque soy parte del mundo, llegan como un remolino de corriente atorada.
Son tiempos difíciles Vero, solo espero que en medio de todo los sentimientos mas verdaderos se salven
ResponderEliminarHola Amaia, perdón que respondo recién ahora... tal cual, que lo verdadero se salve!!! Gracias por la resonancia
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